jueves, 30 de abril de 2015

ESTACIONES

El pasillo ha guardado los pasos. No quedan huellas y  las luces que reflejan las lámparas de bronce, indican que han quedado sombras en el camino. El trayecto es corto y las pantallas logran atenuar también el eco de las pisadas. Dos puertas parecen encerrar la vida que pasa sigilosamente a través de la ventana. El cielorraso cubre y protege las horas que han quedado latiendo en las paredes. No hay voces ni miradas, porque el tiempo ya las ha cambiado de estación. Las risas guardadas en el ropero, urgen por salir del invierno. Las flores del cuadro celeste, aún están viviendo en primavera. Hay otro cuadro, mas allá, cerca de la chimenea. En él hay otoño, todavía.

miércoles, 29 de abril de 2015

SEIS LÍNEAS

Fue leer tus palabras y sentir la necesidad urgente de contestarte.Quise volver a mandarte otro de mis relatos solo para poder recibir tu respuesta y así volver a empezar, una y otra vez. Leí varias veces tus ideas y me nacieron miles de preguntas que nunca te hice. Volví a ver tu nombre con esas letras parejas y llenas de vida que solo recordaban momentos fugados. Me quedé inmóvil esperando una respuesta tuya. Soñé que iba a llegar, que ibas a hacerme reir otra vez. Seguí esperando tus sorpresas interminables. Hasta quise capturar el movimiento de tus dedos y el instante en el que estabas escribiendo eso para mi. Cuantas veces antes había pasado un largo tiempo sin que aparecieras, porqué esta vez no esperarte. Volví a mirar las palabras unidas unas a otras bailando. Esa forma de cautivar mi atención y mi espera. Lo intenté muchas veces y hasta memoricé en silencio, las seis líneas. Recordé el modo en el que me llamabas y temblé ante tu tímido elogio que me trataba de usted. Entre tanta emoción desplegada en palabras, por un momento se me aparecieron tus ojos cansados, tu respiración lenta despidiéndose y tus manos en ése, tu último minuto, que fue a mi lado.

martes, 28 de abril de 2015

EL CRISTO DE LA ESCOLLERA


Mi mirada puesta en el mar en este día frío y calmo, va recorriendo la inmensidad y se detiene en una escollera. Hay un cristo blanco e inmaculado,una gran figura de cemento que con sus brazos extendidos llama toda mi atención .Es que esa imagen,detenida en un tiempo lejano, me habla de bendiciones. Me susurra al oido sonidos acerca de una curiosa protección. Mis ojos reparan en un barco que  se va acercando timidamente . Vuelvo a fijar mi mirada en el cristo. Él  está amparando esta entrada de un alma hacia  el puerto donde confluye la otra. El amor en todas sus expresiones. La tranquilidad  lo inunda todo. Veo marineros trabajando entre sogas. Observo gente pescando, personas que caminan. El barco sigue su rumbo, está a punto de soltar amarras. Está a muy poca distancia de entregarse a su destino y el cristo sigue ahí , inmóvil, cobijando esa pasión. Una escena que toma vida una y otra vez ,manteniendo mi mirada inquieta. Este puerto, este mar, esta unión indisoluble entre las almas y esa ráfaga de viento que golpea en mi. Empiezo a caminar volviendo mi vista cada  tanto, tratando de recrear las imágenes .Voy dejando atrás una cierta complicidad con los amores del mar.

lunes, 27 de abril de 2015

TIEMPO FUGADO

La confianza se esconde detrás de las sillas en la sala. La tierra amontona recuerdos y apila instantes, sobre la mesa. Las ventanas están abiertas de par en par, aunque el viento no levanta ni se lleva la secuencia de minutos que ahí persisten. He puesto un mantel y dos cortinas pesadas, intentando cubrir la memoria. La madera cruje con un sonido desgastado por el tiempo que aún así retumba en las paredes. Ya no hay pintura fresca ni cuadros de colores. El espejo aún refleja el presente. El biselado de sus bordes guarda el tiempo que ya se ha ido.

sábado, 25 de abril de 2015

CUATRO TULES

Han quedado cuatro tules asomando del baúl. No están rotos y su textura se mantiene intacta. Quizá los colores, tal vez los tonos. Parecen resguardar el tiempo transcurrido. Busco la llave, para así liberarlos. Se ven aprisionados. Las trabas de bronce a los costados de la cerradura, relucen sin brillo. Pienso si los guardé así, escapando del encierro. Recuerdo el momento en el que quise atesorar la sensación. Los acomodé uno sobre otro, apilando las emociones. No pude notar que sus puntas iban a desafiar la memoria. El celeste se mezclaba con el azul, en la mañana de ese ayer. Los doblé aprisionando el vuelo del viento que entraba por la ventana del altillo. Intenté aquietar el movimiento, cerrando con fuerza la vida que latía. Vuelvo a veces, por las tardes, y miro los bordes aturdida. No tienen rastros ni huellas de otras manos. Solo asoman sus puntas, para recordarme que siguen ahí, sin ser pasado.

viernes, 24 de abril de 2015

FRAGMENTO DE "LA PUERTA"

Fragmento de "La puerta"
"-Pensé que dormías- le dije
Al recordar esa tarde y todas esas tardes en las que yo lo veía despertar y dormir a papá y estaba a su lado, pienso ahora en el único año que viví con él. Todos mis recuerdos siguientes a aquel año viviendo en la misma casa, transcurrieron durante fines de semana, en el diario que trabajábamos juntos, en la quinta de Escobar. Hoy vuelvo a tenerlo cerca mío en este sanatorio, en esa cama desde la que me mira y vuelve a preguntarme
-¿ Te vas?
Pienso en tardes encantadas. Transcurren en una sala de espera. Música suave y funcional. Las manos de todos los que esperábamos, pasando por ese aparato fijo en la pared que nos da alcohol en gel. Las sillas eran ocho, pero estar de pié era lo importante.
Era la tarde el horario en el que esa sala se llenaba de gente y era la siesta el momento en el que a mi me gustaba estar ahí. Cada entrada de un enfermero en su nuevo turno ingresando su clave en aquél portero eléctrico, magnificaba ese instante en el que la puerta se abría y yo podía saber de papá. A veces alcanzaba solo ese momento para saludarlo con la mano en alto y otras para verlo dormido y saber que seguía respirando y que iban a llegar otra vez, las seis de la tarde."

jueves, 16 de abril de 2015

UN SUEÑO

De un sueño, se recuerdan sensaciones. Uno despierta con la certeza de haber vivido aquello que va asomando en la memoria. Nos han quedado imágenes y voces, tal como si hubieran hecho un surco en la realidad. Nos ha quedado un abrazo, pegado a las entrañas. De un sueño, el ánimo ha retomado la carrera del entusiasmo. De un sueño, las lágrimas aún están húmedas en la almohada.
Se puede conocer la felicidad soñando y también quedarte la alegría, latiendo en la piel.  Hay instantes que parecen no haberse ido tras las horas de descanso y sin embargo son solo sueños que han pasado mientras dormíamos. Por un sueño, la vida puede dar un vuelco y precipitar la realidad. Por un sueño, la conciencia puede adormecerse y quedar quieta ante la sorpresa. Vivir, es también un sueño.

domingo, 12 de abril de 2015

CONSTRUCCIONES de NICOLÁS HOCHMAN Y LETICIA PAOLANTONIO

"Afrontar el riesgo de elegir
andar
y caerse
Aunque duela
Aunque implique consecuencias
inesperadas
Aunque tengamos que resignificarnos
y ser otros
De a poquito
ir siendo otros."

Nicolás Hochman nos habla en este libro de una palabra inmensa;nos habla de construir. En cada oración  y en cada frase, notamos al leerlo, que va mucho más allá de la palabra. Logra en estos fantásticos escritos, ir formando  pensamientos que nos transportan a ese mundo que él bien sabe transmitir.
"Construcciones", está compuesto por las ilustraciones de Leticia  Paolantonio  y  las palabras de Nicolás Hochmann, en una exacta combinación del arte,  en todas sus expresiones. Van así construyendo, hoja tras hoja una invitación a formar parte de esta construcción que se expande y nos convoca, en cada una de sus líneas.
Hochman cruza la frontera de lo previsible, transformando la realidad bajo una mirada inteligente y precisa. Nos habla de las brechas, las canaletas, los muros, las grietas, las estructuras y los puentes que atraviesan la vida, esa vida de todos los días en la que algo siempre se está construyendo.
El autor hace un recorrido intenso por todo aquello que nos va sucediendo en la vida, con una prosa poética que nos sorprende y anima a creer en que todo es posible, si hablamos de construir.

lunes, 6 de abril de 2015

UN NUEVO DÍA

En todos los casos, vuelve a empezar. En todas las ocasiones, existe un inicio. Triste, apagado o bien alegre y colorido; el día tiene nuevamente la luz que marca un comienzo. En la noche han quedado atrapadas las dudas, dormidas en un refugio, aquietando el dolor. También hay lágrimas reflejadas por el brillo del sol y existen miedos en el atardecer. La rueda gira una y otra  vez, para pisar de  nuevo el suelo que aparenta ser firme. Los pasos tienen la ilusión de la espera. La mirada alcanza otra distancia, diferente a la de ayer. La sonrisa tiene de estreno un sonido que no ha repetido. Sucede nuevo el llanto. Pasa mas lenta la emoción y se detiene en distintos ocasos, la pena. Vuelve a empezar. Inicia para volver a convencernos de aquello que nos resulta desconocido. Para arriesgar y ganar, para perder y aprender; otra vez amanece.

miércoles, 1 de abril de 2015

EN MIL GIROS

Muchas veces, por las noches, en esos instantes que suceden antes de dormir; vienen a mi memoria algunas cosas, que luego olvido. Aparecen para recordar que mas allá de los sueños, existe una realidad que me desvela. Luego se disipan en la oscuridad. Intento tomar las ideas con las manos, para que no pasen al rincón de los recuerdos. Hago esfuerzos por capturar las imágenes que pasarán a ser pasado, en pocos momentos. El sueño me vence y en mil giros por llegar a un futuro imaginario, comprendo que nada puedo retener, mas que aquello que está latiendo. Son recorridos de momentos fugados. Son avances de la imaginación, a punto de ser solo un sueño. Ellos lucharon también por no dormirse, por volver y por soñar la paz que quedó tatuada en su coraje. Los pienso serenos y valientes. Los venero en la lucha y en el poder de perpetuarse mucho más allá de la memoria.

ESPACIO CAMBIADO

Las imperfecciones están a la vista. Recorro con la mirada el espacio y veo que nada ocupa el lugar de ayer. Todo ha sido cambiado. La ventana está abierta y el viento parece haber definido que ya nada esté donde estaba. La llave mantiene la exacta combinación de antes, sin embargo hay dos cerrojos nuevos que lucen brillantes.Cierran desde adentro y permiten que todo, desde la entrada, simule estar igual. El sillón  tiene un cuerpo más, aunque si me siento cerca de la ventana, puedo mirar el mismo árbol, con más ramas que el que recuerdo. En la mesa baja ya no están los libros de tapa verde oscura. Cierro los ojos, para soñarlos en la memoria y vuelven a estar ahí, en el espacio cambiado. No hay lámparas reflejando luces en la pared blanca, quizá porque ya no es tan clara como en aquellos días. El sol sigue marcando destellos de colores dorados sobre el espejo que parece distinto. Tiene otro marco ahora y las idénticas ilusiones que reflejaban antes, ahí. Han quedado selladas, tras la puerta, en el pasillo y en ese balcón que aún no abro, para soñar que la silla hamaca sigue moviendo los tiempos del ayer.