sábado, 31 de octubre de 2015

TRES ESPÁRRAGOS

Quedan tres espárragos en el plato gris. Los miro antes de tomarlos con la mano y de golpe, en un instante que detiene la imagen, vuelvo a sonreir. La sal está desparramada en la mesa, demorando el tiempo que se acaba de ir. Unos minutos antes de éste que está sucediendo, la ansiedad hervía en la cacerola, que tapada pretendía ahogar los miedos. El aceite está quieto y espera un nuevo movimiento que desordene las emociones tan prolijas.
Afuera llueve y las flores han guardado el sol. Puedo verlas a través del vidrio en el que resbalan las gotas dormidas. Ya han caido. Se irán después, cuando pase la madrugada y en la mesa solo queden los recuerdos.

jueves, 22 de octubre de 2015

EL MIEDO

Escuché esas palabras y tuve miedo. Me pregunté qué era lo que acabaría y qué sería lo nuevo. El impedimento turba. La imposibilidad asusta. El simple hecho de dejar atrás algo que hasta ayer podía hacer, era el principio de un fin. Tal vez antes, cuando no había nada que lo impidiera, todo aquello no me preocupaba. Hoy puedo ver como un espejismo, a la distancia, logrando alcanzar la acción solo con la mirada .Se fue, se va, sin la posibilidad de recuperarlo. Ya no hay  en la imaginación más que un recuerdo.
El miedo pasa y se transforma lentamente en algo que no puedo definir. No es aceptación y a la vez es entendimiento. Se aleja y vuelve, cada tanto. Es un miedo diferente al que se acaba de ir. Se apodera de mi, me invade y vuelve a dejarme.

martes, 13 de octubre de 2015

NO ALCANZA LA MIRADA

La mirada está detenida en las nubes. Se ha quedado quieta sobre la montaña, allí donde esas nubes parecen acariciarla. El sol, escondido tras ellas, vigila temeroso y aquieta el brillo que pelea por ganar. Es una lucha silenciosa que aún en la quietud logra aturdir los sentidos. El paso del tiempo late en cada parpadeo de la mirada que viaja asombrada. No hay voces ni risas, hay colores que cambian. Es el gris que llama al celeste y lo transforma. Es el verde que se vuelve calma en el río, abajo. La montaña se ve ahora protegida de la tormenta. Las nubes van abrazando su tierra oscura y cubriendo la inmensidad. Ya no alcanza la mirada.

jueves, 8 de octubre de 2015

LA ESPERA

La espera siempre va de la mano de la ilusión. Se espera con alegría y también con dolor. Se transportan los sueños escondidos para amanecer en un día nuevo, con mucho más de aquello que imaginamos. La espera tiene una estrecha relación con el futuro. Nos va anticipando los instantes que aún no han sucedido. Lo hace de un modo silencioso, casi como desafiando la imposibilidad de conocer el mañana. Se espera mientras transcurre el presente. Se espera la noche, la tarde y otra vez el amanecer. Se vuelven siempre nuevos los instantes que esperamos. No hay anticipos en la espera. Son solo sueños que replican en pasos quietos. Habrá tiempo, luego de la espera.

martes, 6 de octubre de 2015

PAZ

Hay instantes en la memoria que aún conservan los colores. Parecen haber viajado en el tiempo, sin perder el brillo que tenían cuando eran presente. Tal como cubren las nubes el sol por un rato, de ese modo han estado al resguardo del olvido. Son momentos que atravesaron nuestra vida en silencio, siendo una constante compañía. Quedaron aferrados a las risas,para volver a vivir en cada nueva alegría. No los imaginaba siendo parte del pasado. Los preservaba quietos en el recuerdo, de toda posible ausencia. Habían quedado latiendo en la inocencia de esos días. Aquellos instantes, recobran nuevamente la fuerza y construyen un puente colgante, donde oscila la paz y aún vive la felicidad.

lunes, 5 de octubre de 2015

EL VALS DE LOS RECUERDOS

Algunas veces me pregunto porqué tengo la necesidad de mantener en constante movimiento mis manos. Los dedos bailan el vals de muchos recuerdos, al escribir un relato. Van tejiendo momentos que logro mantener despiertos, sin quedar en el pasado. Las manos mueven también los tiempos que me han quedado en la memoria. Les dan imagen y sonido a las risas. Las manos construyen mediante palabras, un trampolín que salta incesantemente del ayer al mañana.La mirada va dando saltos aturdidos, buscando recuerdos. Giran las emociones, a la par de cada movimiento que realiza el lápiz que mueve mi mano.A veces se tiñen de colores los instantes revelados y otras tantas, queda en blanco el espacio nuevo.Hay magia escondida entre las letras. Hay alegría y dolor en cada movimiento que nace sin ser dirigido.

FRAGMENTO DE " LA PUERTA"

..." No me había detenido a pensar hasta esa última tarde, en la importancia de esa puerta en mi vida.Cerrada, nos permitía soñar. Abierta, nos daba paz. Reíamos y también llorábamos tras ella.
La puerta de terapia nos dejaba pequeños del otro lado y nos volvía gigantes, al abrirla. Implicaba nuestro paso, cuando estaba bien y se nos cerraba fuerte cuando su vida, la vida de papá, comenzaba a irse.
Esa tarde de octubre, la puerta que se nos cerró para no volverse a abrir, produjo un fuerte cambio en nuestras vidas. Todas aquellas horas en las que combinábamos una guardia permanente y una compañía constante para papá, quedaron vacías.
Victor seguía manejando su bici, pero ya sin la urgencia por llegar a verlo. La camioneta blanca, con fede al volante, ya no estaba estacionada en la calle Conde. Male me llamaba por teléfono y decía "no se qué hacer.Extraño las horas sin dormir". Mora, podía jugar ahora con Ambay.
Los siguientes sábados al último, yo iba a la parada del 93 y me quedaba ahí por unos instantes, pensando en la sensación que recordaba y ya no tenía. Le mandaba un mensaje a Malena, pero ya no escribía " estoy yendo".
Eramos felices, esperando que esa puerta se abriera, a las seis."

sábado, 3 de octubre de 2015

VUELVO A SOÑAR

Tenemos una permanente visión acerca del rumbo que van tomando los días que vivimos. Cada instante se va anteponiendo a otro, en una constante construcción del deseo. En una absoluta simulación de ese futuro que vamos construyendo o al cuál vamos acercándonos. El presente se desdibuja entre los recuerdos y los nuevos anhelos. Se avanza hacia un lugar que no estaba en los sueños. No hay huellas por seguir. Se va transformando el minuto que ocurre ahora. La memoria ha desteñido los colores de la risa pero aún sigue sonando en el rincón del sillón que ya no tengo. Ha quedado la dulzura en las manos, aferrada entre los dedos, al espacio de la felicidad. Suenan dos violines. Los escucho en el altillo. Miro la escalera y empiezo a subir. La música me lleva. Va guiándome hacia un nuevo lugar. Vuelvo a soñar.

jueves, 1 de octubre de 2015

BARANDAS INVISIBLES

Existe un puente para cruzar. Te permite llevar los sueños a la vida misma. Cumplirlos y llegar a fusionarlos con los instantes dibujados. En el camino, un abismo. Al avanzar, la esperanza. Mi puente tiene barandas invisibles y el mismo movimiento va dirigiendo los pasos hacia un espejismo que ya he soñado. Se vuelve real la sensación de vacío. Se intensifica aquello que miro en la distancia. Se envuelven  los pasos con  las miradas, en un movimiento leve y ondulante. No es el puente, son los recuerdos. Se acercan y vuelven a alejarse. Se estacionan en la mitad del recorrido y toman vuelo, antes de llegar al destino imaginado. Se disipan junto a la niebla que ya no deja ver el otro lado. Quizá no exista. Tal vez solo  sea una ilusión, muy parecida a  la realidad.