miércoles, 29 de junio de 2016

SUBE, ROMPE Y AQUIETA

El agua que envuelve las olas, cambia. Se desliza y rompe sobre la orilla, dejando atrás lo que era. Cambia. Lo hace en el mismo instante en el que vuelve a retirarse, para volver al mar. Es consciente y brutal el movimiento. No requiere de guías ni deja huellas. Cubre el espacio que invade. Avanza y retrocede. Sube, rompe y aquieta. No intento detener su fuerza. Intento guardar en su punto mas alto, los momentos vividos. Pretendo que la ilusión quede dormida por un rato en la cresta de la ola. Insisto con los recuerdos. Les doy la mano acompañando las palabras a la orilla. Cambia la fuerza. Sigue la furia. Olvido las promesas que vuelven al mar.

martes, 28 de junio de 2016

COMÚN DENOMINADOR

Estoy buscando las líneas que escribí ayer. En el cuaderno faltan ahora algunas hojas. Tengo la certeza de haber usado la tinta en esas páginas que ahora están en blanco. Tal vez se hayan borrado las letras o bien, disipado las frases. Busco el pensamiento que tenía antes y que quedó después, grabado en el recuerdo. Había música y un sonido que se asemejaba a la risa que está ausente. Quizá por la noche arranqué el tiempo que ahí latía. No se si era verano o si el frío hizo que las arrojara al fuego. Pueden faltar las palabras que vivían entrelazadas pero la memoria tiene un común denominador que las mantiene vivas, aún en la ausencia. Puedo buscarlas añorando que el encuentro llegue. Puedo asumir la pérdida. Puede dolerme no encontrarlas. Todo eso puede suceder; aunque sí  tengo guardada la emoción con la que imaginé el tiempo en el que iba a rescatarlas del olvido. No me falta el instante que tenía un sueño por despertar. Me falta la palabra que no escribí y ahora tengo entre las manos.

lunes, 27 de junio de 2016

(SERIE DE 10) 2- SEMILLAS Y GUIONES

Tengo una lista de ingredientes, todos naturales, para ir a comprar a esas casas en las que venden semillas. Dicen por ahí que si juntas varias y  haces un té, quedas lleno de energía y listo para arrancar un nuevo día. La herboristería está repleta de gente, así que no será el momento en el que pueda probar la receta. Un par de pasos mas y llegaré a la casa de lanas. Voy a comprar ovillos de muchos colores y quizá el resultado sea el mismo.Me dijeron una vez que tejer y mover las agujas compulsivamente, te liberaba de las tensiones acumuladas en el día. Estoy en problemas. Debería preparar el té y luego comprar la lana. Tal vez, el orden de los pasos a seguir, sea lo que tengo que resolver. Siempre me pasa lo mismo. Todas las intenciones están haciendo fila para ser realizadas y pierdo la capacidad de saber cuál tiene que ir primera. Quizá en la farmacia pueda conseguir un "dos por uno" que logre el efecto buscado. Seguiré caminando con la mirada atenta. Tiene que haber una señal a seguir. La historia del destino, las casualidades y lo que fluye parecen ser el tema del momento. La vidriera de la librería está plagada de esos títulos. Pienso que no son los que tengo en la repisa de mi cuarto. Hay uno, sí. No es mío, me lo prestaron. No lo leí. Ahora que lo pienso, no voy a leerlo. No voy a comprar semillas ni a intentar con la meditación. Los guiones son para las películas. Mejor vuelvo. Voy a dejar las recetas para los libros de cocina, que dicho sea de paso, nunca me salen bien.

domingo, 26 de junio de 2016

VENTANA EMPAÑADA

Las flores que cubren el paredón, siguen estando ahí. Es invierno y llueve. Hace frío y hay viento. Nada de eso les impide estar. Las miro desde la ventana empañada y veo que viven mucho mas allá de la estación. No les tienen miedo al tiempo que pasa. Siguen manteniendo el mismo color. Hay lágrimas en sus pétalos y fuerza en sus tallos. Por las noches pienso si van a estar al amanecer. Me pregunto si las hará caer la lluvia. La oscuridad las vuelve fuertes. La noche les alcanza un velo que cubre sus miedos. Vuelven a estar ahí por la mañana. Han tenido un sueño que se cumple al despertar.

sábado, 25 de junio de 2016

ARENA

Antes de despertar, íbamos a pisar la orilla. Antes del amanecer, íbamos a mirar un mar. No parecía ser un sueño. Solo le faltaba el tiempo que no llegó. Se fue antes, mientras lo imaginábamos perfecto. Se detuvo cuando las horas corrían sintiendo que sí era posible. Se quedó quieto, ese tiempo que ahora es arena. Un castillo de minutos esfumados. Antes de despertar, iba a sentarme junto a la chimenea en la que decías que yo faltaba. Me quedaban pocos escalones para llegar, esos que no subí. Estoy despierta y vos pensaste que estábamos soñando.

(Serie de 10 ) 1-" TILO Y GIN"

Las mujeres somos coquetas. Nos gusta arreglarnos el pelo y editar un buen perfíl en una foto que se vea casual. No lo logramos muchas veces, pero siempre volvemos a intentarlo. Si somos fotogénicas, corremos el riesgo de enfrentarnos a las grandes diferencias que nos da el cara a cara. Si no lo somos, tenemos la  ilusión de saber que frente a frente, la llevaremos mejor. Con mas o menos kilos, nos gusta sentirnos halagadas y también mimadas. A los años, los cumplimos todas y algunas de nosotras, hasta festejamos dos veces. A cada vela que agregamos en la torta, se le suma un cuarto deseo que nos anima a más. Somos la cara del desayuno sin tostadas y el vestido de fiesta con  rodete de sábado. Mucho mas allá del peinado, en la cabeza vamos almacenando información y emociones. Entre las arrugas, se nos van acomodando  los dolores y las risas. Las llevamos con honor, dicen por ahí. Las lucimos escondidas, entre cremas y unguentos caseritos. Nos gusta  vivir también, a cara lavada. Con amigas, todo lo podemos. Poderosas e invencibles, arremetemos contra todos los obstáculos. Seguimos adelante con gasas y curitas. Si frenamos, solo es para tomar envión y cuando volvemos a arrancar; no existe fuerza alguna que pueda pararnos.Café para estar despiertas, tilo y gin para soñar.

viernes, 24 de junio de 2016

JUEGO DE MESA

Cuando levanté la primer ficha, inmediatamente se pusieron de pie todas las otras que estaban cerca. Una tras otra fueron acomodándose en una línea que parecía mantener el orden. Se veía precisa y exacta la figura que se iba formando. No había viento que pudiera voltearlas ni temblores en las manos que las guiaban. Estaban ahí, erguidas, desafiando el tiempo que empezaba a transcurrir. Luego todo se precipitó. Sucedió en un instante. No alcanzó la mirada a interpretar el caos. No bastó la memoria para poder recordar. Se fueron cayendo de a una las palabras. Taparon las voces y borraron las risas. Sobre la mesa quedó dibujado el camino donde los pasos simulaban huellas. Cayeron en silencio. Pasaron al olvido.

jueves, 23 de junio de 2016

SALA COMPLETA

Quiero un vestido con dos colores. Lo miro en la vidriera y sueño. Ya es mío. Es claro a la mañana. Se ve oscuro de tarde. Cubre mis miedos de noche y despeja mis horas de día. Ese es el vestido que yo quiero. Va a salir conmigo de paseo. Vamos a recorrer calles de invierno.. Ese vestido es mío. Vamos a ir juntos al teatro. Mi vestido tiene función a las cinco. Estreno. Aplausos de domingo. Pruebas de sábado. Somos cómplices con mi vestido. Guardamos secretos a dos voces. Nos escuchamos y nos reImos. Un bolsillo para mi vestido, donde se guardan los sueños, por un rato.. No cubre las rodillas mi vestido .Permite pasos libres, cortos, tal vez inciertos. Mi vestido va. Yo solo lo acompaño. Lo llevo al estreno. Las luces bajan. Se abre el telón. Función. Sala completa. Mi vestido aplaude, yo sonrío. Estreno. Emoción compartida en la piel que los dos sentimos. Mi vestido y yo .Los dos temblando. Ese vestido es mío. Lleva mis miedos y mis risas. Cuida mis lágrimas en su bolsillo.
En la sala, ya en penumbras, mi vestido sabe que nos espera un beso.

miércoles, 22 de junio de 2016

RECUERDOS

 Recordar es seguir sosteniendo entre las manos aquello que sucedió. Retener en la memoria las palabras es, en definitiva, aceptar que no todo eso que decimos va a ser recuerdo y quizá mañana sea olvido. Cuando veo correr el agua del río, solo ahí entiendo que en el fondo, donde parece no haber vida; ahí van quedando las marcas de la corriente. La memoria deja huellas invisibles a los ojos y signos tatuados en la piel. Certezas e interrogantes que van a ser pasado sin respuestas. Dudas y horas latiendo en el reloj. La distancia comienza a ceder espacio para dar lugar  a los nuevos instantes, que mañana serán recuerdos.

martes, 21 de junio de 2016

RECIÉN AHORA

Ahora lo entiendo. Recién ahora, después de tener la memoria llena de recuerdos, puedo comprender. Una fuerza extrema me acompaña, cuando no se bien aquello que me está sucediendo. No sigo una fórmula ni hay pociones mágicas que me alienten a seguir. Hay un instinto que nace pequeño y aumenta mientras la vida va pasando. Se me escapan las horas anteriores y desaparecen las agujas del reloj. Sin brebajes ni preparación; los minutos nuevos aparecen en el camino. No hay anestesia que calme el dolor que pasará. Como los partos y tu risa. Me esperan tus ojos, allá, después de las palabras. Ahora lo entiendo, mientras río.

ABROJOS EN MI ROPA

Subir y trepar. Las manos se vuelven garras. Se agudizan los pasos. Se vuelven trancos. No hay posibilidades de mirar hacia atrás. Los ojos solo mantienen un punto fijo que cada vez se acerca mas. El tiempo pasado, duerme en la memoria. El futuro comienza a dejar de ser una ilusión. No se si son espejismos o fuertes ansias de llegar. Hay una meta, aunque no entiendo porqué me dirijo hacia ella. No lo pensé antes y ahora solo avanzo. Voy recorriendo lo desconocido riendo, solo porque no conozco el camino. Si freno, me detengo y si quedo detenida, tendré que pensar. Las cosas que hice antes, son abrojos en mi ropa. Me acompañan en silencio. Las astillas de las plantas a las que me aferro, van dejando marcas en las manos. La piedra empinada que piso, me hace arrastrar los recuerdos. Vuelvo a reir al poder estar de pie. Miro adelante y veo de reojo, el precipicio que dejé atrás.

domingo, 19 de junio de 2016

RESERVA

Hoy me gustaría ponerme el jumper del colegio y esperarte en la salida. Hoy quisiera que fuera sábado y escuchar el timbre para salir a pasear. Hoy me encantaría estar parada en la entrada de la iglesia, agarrándome de tu brazo. Quisiera que fuera el día en el que te vi los ojos llorosos, cuando leías mi carta. Desearía estar tocando el timbre en tu casa y escuchar tu voz, detrás de la puerta, para luego verte. Pediría que volviera el momento en el que me contaste, en forma desordenada, que mi signo era géminis. Hoy es un día en el que correría una loca y presurosa carrera hacia atrás, solo para verte aparecer por el pasillo de tu casa, caminando un poco de costado, elegante; subiendo un escalón. Pediría que regrese el tiempo en el que te reías con mis cuentos y solo me dijeras petisa. Mil veces escucharía tus petisa, en ecos repetidos e incesantes. Hoy pienso que cambiaría mis principios y podría ser feliz en un shoping de compras con una bolsa grande y un regalo. Me haría estéticas y correría maratones, para volver atrás el tiempo. Hoy quisiera haber viajado todos los kilómetros posibles, solo para encontrarte y pasar otra siesta con mate, en tu casa.
Hoy tendría que recordar que al llamarte por teléfono y decirte " feliz día papá", vos me hubieras dicho ¿Hoy es el día del padre?. Sí papá, hoy es el día que nunca festejábamos. El día en el que yo no te hacía regalos. Sin embargo, querido papá, voy a ir de compras. Voy a hacer una reserva en tu cocina, para comer tu puré con nuez moscada y vamos a celebrar juntos el día en el que quiero decirte algo: te extraño, querido papá.

VIDRIERAS DE LA VIDA

Las vidrieras de la vida muestran con colores aquello que se prepara y se elige para lucir. Va adornado de globos y artificios que tienen brillo, solo por momentos. La mirada se posa embelesada en esa quietud que retiene solo la intención. La realidad , en cambio, está detrás de lo que nos quieren mostrar. Vive en los instantes de cada día que el tiempo nos da. No requiere de adornos ni luces que encandilan. Está en los pliegues de los sueños que despiertan.  Late en la memoria que llevan las manos con las que escribo. El tiempo intenta muchas veces volver a pintar sus bordes y completar los espacios que parecen vacíos. Detrás de las vidrieras hay mucho mas que eso que vemos. Están las horas que encuentro en los postigos, en la puerta que rasguñan los perros y en tu mate que me espera a la mañana.

sábado, 18 de junio de 2016

FRAGMENTO DE " CONTAR LA VIDA"

Que suerte que voy sentada en el asiento de atrás del auto.Decidí no manejar hace mucho tiempo.Eso me permite pensar , poniendo especial atención en lo que recuerdo de esa conversación. No se bien si la escribí, aunque siempre lo hacía después de hablar con Adolfo. Creo que después de esa tarde en su casa ,le conté a Magdalena lo sorprendida que estaba.
El chofer está mirándome por el espejo. Le voy a preguntar cuánto falta, solo para cortar el silencio y para saber también, si me habló, mientras yo pensaba. Suelo aislarme por completo cuando recuerdo lo que me dijeron y  luego lo  olvidan o bien lo cambian por completo.Algo bueno me ha dejado esta historia repetida. Tengo el título para todos esos últimos relatos que llevo en el bolso; "Contar la vida".
En definitiva creo haberme pasado muchos de mis años contando no solo lo que vivía, sino también eso que imaginaba. Pero sé, que esto que llevo en la memoria reciente, no lo imaginé. Ni siquiera la más inquietante fantasía, podría ser tan verídica, como la voz que me hablaba y los ojos que me miraban."
No se bien en qué momento bajé del taxi que me llevaba al aeropuerto. El boleto de regreso, esta en mis manos. Tuve que haberlo sacado del bolso y tampoco lo recuerdo. Son otras las cosas que pienso ahora, diferentes a las que me preocupaban en el viaje. No me importa ahora lo que piense Adolfo del tiempo que compartimos. Pienso en lo que vivo ahora y pienso en mi. Me pregunto cómo pude haber desviado tanto la atención hacia eso. Solo pienso en el modo en el que vivo.
-Señora, señora...¿me escucha? Su avión está  a punto de salir.
Otra vez, con los recuerdos sobrevolando el presente. Esa chica que estaba sentada a mi lado en el aeropuerto, debe haber adivinado mi estado. Quizá solo vio mi boleto en la mano. No se porqué siempre pienso que la gente que está junto a mi en un colectivo o en cualquier lugar; sabe lo que pienso. De todas formas, si lo sabía o fue una casualidad; eso ya no importa. Falta una hora para que aterricen las ideas y que pisen otra vez la tierra. Pienso en la mirada y en la voz que llevo en los bolsillos.

Por la ventanilla del avión solo veo nubes. Voy a cerrar los ojos para mirar un color que sea diferente. No se bien en qué momento sucedió todo. Parece tan reciente como el movimiento que anuncia el piloto. Otra nueva intermitencia. Otra vez la misma sensación que ayer.

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La puerta está tal como la dejé. No ha sido forzada. El plástico doblado que siempre dejo en el borde de la mirilla, sigue ahí. Nadie ha querido entrar. En el cantero la planta tiene agua, parece nueva. Ya es tiempo de cambiar la cerradura. Cada viaje que hago me lo recuerda, cuando doy más de una vuelta para entrar.
Miro la cantidad de platos que dejé con comida para el gato y cuento los siete días que estuve fuera de casa.  Siete días que han cambiado otra vez mi vida. Desde mi sillón, con los ojos cerrados, puedo ver como si fuera una película todo lo que pasó en el momento en el que dejé su casa. También recuerdo haberme dado vuelta, ya en la vereda, para decirle algo y volver a verlo. Después me fui.

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La redacción del diario está igual que cuando la pisé por última vez; hace siete días. La misma mirada sobre los apuntes que sigo tomando a pesar de que a Daniel le molesta que lo siga haciendo
- ¿ cómo te fue ? ¿Lograste que te dijera algo nuevo?-
- Creo que es la misma nota que hice hace tiempo. Solo cambian las preguntas y en cierto modo_le dije sonriendo- si en definitiva más allá del tiempo, seguimos siendo los mismos ¿ o no ?
Daniel se puso incómodo con mi pregunta. Le molesta que le responda con otra pregunta y siempre vuelvo a hacerlo. Su expresión cambia de tal modo, que el punto en el que quiere detenerse, cambia.
-No te estoy preguntando acerca de seguir siendo los mismos, apunto a la entrevista y a eso que lograste...aunque dudo que tengas lo que quería.
- ¿Qué querías que te trajera?  -le dije al mismo tiempo en el que apoyé con fuerza un cuaderno sobre el escritorio ¿ Te molesta que siga tomando notas en papel?
-Dejate de intrigas y contame qué anotaste ahí- me dijo
Desde la puerta de su oficina, con una mano sosteniendo el cuaderno y con la otra tomando el picaporte le dije - Es el libro que va a sacar el año próximo.

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Contar, contar y volver a contar. Para contar siempre tengo que recordar. Todo lo que recuerdo está guardado en un lugar del tiempo que ya pasó. Insisto en retenerlo, en volver a darle vida y lo cuento. Contar, contar y volver a contar eso que muchas veces se acercó a la felicidad y otras tantas fue triste.



CLARAS, AGUA Y AZÚCAR

Todos los ingredientes están sobre la mesada. No hay balanza y la memoria, mi memoria, se ha perdido en algún cuaderno que ya no encuentro. Pueda ser que el sentido común me acompañe hoy. Son las diez de la mañana y la torta que tantas veces hice antes, solo está en la imaginación. Vive ahí detenida en el resultado, sin permitirme recordar los pasos a seguir. Si eran cuatro o eran seis, es algo que ya veré en los siguientes minutos. Sigo teniendo la intuición entre mis manos, aunque la fuerza de mi brazo derecho es distinta, ahora. Claras, agua y azúcar. El tiempo puede haberse llevado muchas cosas en mi vida pero el batido se lograba con tenacidad antes y eso no debe haber cambiado. No se levanta el merengue. Pruebo con dos tenedores y noto que me voy lentamente obsesionando en cada movimiento que doy. Me siento y cambio el recipiente. Creo tener mas voluntad ahora. Todo sigue igual. No quiero calcular las horas que he pasado en la cocina y el reloj me indica que ya es momento de encarar un cambio. Si no recuerdo, deberé innovar y ante lo desconocido; siempre existen las sorpresas. Otra cacerola quemada y un nuevo intento. Quedan siempre la ilusión y el deseo latiendo entre lo que miro y puede ser y aquello que es y posiblemente será.

viernes, 17 de junio de 2016

VIAJE SIN BOLETO

Ciento cincuenta días se han perdido en el calendario. Han pasado una temporada de verano sin playa. Han viajado sin boleto de ida. No está pegada la etiqueta del destino en el bolso, ni hay arena en el fondo. Voy guardando lentamente cada una de las cosas que usé en el viaje. De una percha de madera, cuelga la camisa que aún mantiene las arrugas en la espalda. En el estante más alto dejo la remera blanca que mantuvo tus brazos cruzados. Acomodo en el cajón las mil palabras que busco ahora en el diccionario. Las canciones que eran de otoño, las canto ahora en el invierno. Tengo una receta que quedó pendiente en la memoria.Ya  no hay miel para agregar al jugo. El año sigue empecinado en caminar otros meses. Cierro los ojos y vuelvo a ver la mesa llena de libros. En el sillón quedó el almohadón de colores y  también la mirada detenida en la escalera que no subí. Vuelvo a ordenar las ropas y al cerrar  el cierre del bolso, noto que está vacío.

jueves, 16 de junio de 2016

DIARIO URBANO ( "MINUTO UNO" )

DIARIO URBANO


La secuencia de los días de un mes, ya ha sido quebrada. He salteado algunos, he borrado otros y me he detenido a pensar en la monotonía del frío almanaque al que miro. Las mismas mesas con las coquetas semanas y los días prometedores, llenos de horas maquilladas; están ahí. Hay un minuto especial en el que voy a poner mis expectativas. Tendré que ser astuta y mantener despabiladas las ideas. Cuento con pocos instantes y en ellos debo realizar algo importante. Me quedo tranquila y conservo la calma. Si el minuto uno pasa sin gloria, me quedará el siguiente y si en él no logro revertir la situación anterior; habrá otro. Este día insulso y desabrido está lleno de minutos y voy a intentar que uno de los próximos, provoque el estallido del mes.

miércoles, 15 de junio de 2016

UN AGREGADO NECESARIO

De tanto escribir del amor, siento que algo se me escapa. Ya no encuentro las comas y los espacios en blanco comienzan a llenarse de letras. El punto es ahora un agregado necesario, que aún no puede saltar hacia el siguiente renglón que vive en blanco. El inicio ha quedado escondido en el cajón de alguna cómoda. Entre las sábanas blancas, ahora hay oraciones que tienen un punto final. Reviso las fundas de los almohadones de colores y encuentro la certeza desplegada en los bordes. Busco en las cortinas la palabra que no dije y me aturde el silencio, atrapado en la persiana. Me pregunto dónde habrá quedado la letra que me despertaba ilusionada. Tomo y dejo el lápiz, para que vuelva a insistir la mañana.

martes, 14 de junio de 2016

MOVIMIENTO

El reloj empieza nuevamente a girar sus agujas. Lo miro desde el sillón azul. Hay algo que mantiene mi mirada quieta en la mesa. Solo se dispersa, al observar que la arena ha dejado de caer. Ha cambiado un tiempo. Mis manos intentan dar vuelta al otro reloj, el que no tiene agujas. Los ojos vencen al movimiento que no logro hacer. Las agujas no responden y siguen su viaje sin escalas, hacia ese lugar en el que ya no se detendrán. Me sorprende el avance que no puedo controlar. Me atrapa la mirada que acompaña los instantes nuevos. Solo miro y pienso. El tiempo avanza y la felicidad es un momento, en constante movimiento.

lunes, 13 de junio de 2016

MEMORIA

La memoria que vive dentro de mí,  no recuerda un inicio. Vuelve a empezar a cada instante nuevo, sin olvido. Va sumando momentos que quedan acomodados en las butacas de los recuerdos. Se levantan y toman vuelo para volver a ese lugar en el que otro día renacen. Es una memoria que va dando brincos entre el pasado y el día vivido. Va transcurriendo entre saltos de risas y lágrimas que se han evaporado. Al recordar vuelvo a sentir y al imaginar el recuerdo, puedo vivirlo sin dejarlo atrás. La memoria no me deja olvidar y a la vez me permite encarar el amanecer del sueño que me despierta. El futuro está cargado de esa memoria que me sostiene. Cruzo puentes invisibles desde la orilla de lo que fue, hacia el infinito que imagino.

domingo, 12 de junio de 2016

ESTRENO

El festejo tiene ahora una sola torta. Es invierno y hace frío. Velas con bufanda y flores dibujadas, adornan los recuerdos que antes eran primavera. La verdad que estaba escondida en un regalo, ya ha roto el papel y desplegado sus cintas. En la memoria queda el día que no era. Lo observo desde junio como un espejismo de la realidad que creía cierta. Lo voy dejando lentamente en el baúl de un recuerdo que por muchos años viví. Se han abierto los cajones de la cómoda y los secretos han volado por la ventana. Sobre la mesa queda mi alegría nueva, casi de estreno. No hay reflejos ni sombras que logren opacar el tiempo que es solo mío.

sábado, 11 de junio de 2016

LÍNEA INVISIBLE

A veces, solo a veces, intento cambiar las palabras que escribí. No lo logro. Insisto. Vuelvo una y otra vez a intentar soltar las letras que le pusieron nombre a una emoción. Doy una vuelta a las oraciones. Agrego puntos y salteo las comas. Al rato noto, que más allá de mi esfuerzo, la intención quedó viviendo y latiendo empecinada, en eso que dije y sentí. Se asemeja a la memoria con la cuál revivo los detalles y los gestos que surgieron sin  pensar. Se puede olvidar o se puede recordar una parte de la vida. Se puede vivir también intentando olvidar. La vida tiene tiempos que existieron y que por mucho esfuerzo que hagamos, nos han dejado una marca que ni siquiera la fuerza más poderosa, logra borrar. Es una línea invisible que instante tras instante, nos va convirtiendo en quienes somos.

EN EL DESCANSO DE UN RECUERDO

Las sonrisas han viajado por el tiempo sin haberse quedado detenidas. Han sido sostén e inicio. Jugaron en una tarde de verano y renacieron tras aquellas sombras que pretendían ocultarlas. Nacieron en un momento especial,  para crecer en muchos más instantes que vendrían luego. No había detalles que las provocaran, había magia que las animaba. No fue ayer ni será mañana el día en el que dejen de existir. Vivirán en la memoria que no olvida. Latirán en el descanso de un recuerdo. Serán siempre y aún en silencio; la alegría que no cesa. No habrá edad que determine un plazo para su vida. Siempre habrá sonrisas para mirar y para guardar.

jueves, 9 de junio de 2016

ENTRETIEMPO DE LAS HORAS

La felicidad no es algo que se alcanza por el solo deseo de tenerla entre los dedos. Se van logrando instantes, impensados, que nos van haciendo subir la escalera de las emociones. Uno tras otro, con días y horas que ni siquiera tienen la posibilidad de programarse. La felicidad nos sorprende en el paso de un minuto a otro. En el entretiempo de las horas, nos despabila del sueño imaginado , al que queríamos llegar. No tiene un plan ni un proyecto, solo surge inesperadamente. La felicidad viaja por el silencio de los recuerdos. La felicidad se asoma por la mirada y se detiene en las palabras del olvido. Las nubes mas grises pueden intentar tapar el sol .La lluvia puede mojar la memoria. El cielo puede oscurecer. La felicidad que tuvo vida, no puede olvidarse.La felicidad no se elige, se siente.

miércoles, 8 de junio de 2016

AMIGAS

En un instante, muchas veces, la vida nos da un vuelco importante. Nos sorprende con cambios inesperados. Nos aturde las emociones. Todo esto no sucede gradualmente. Las agujas del reloj comienzan a moverse de un modo diferente o quizá nuestra mirada las observa distintas. Empezamos a cargar en la memoria dolores nuevos y no siempre sabemos como llevarlos. Nos sostienen los recuerdos de risas compartidas y de momentos que se vuelven gigantes, tan solo al mirar hacia atrás en el tiempo. Vamos construyendo un castillo con muchas puertas y ventanas que solo se abren para ver el sol. Se aparece el patio del colegio, grande y gris. Suena nuevamente la campana para el recreo y se vuelven a escuchar los crujidos de la madera brillante, al subir los tres escalones al salón de actos. Las primeras fiestas y los vestidos largos, cuelgan en el placard del ayer. Las tablas de las polleras escocesas se mueven en silencio. Es la felicidad, que se asoma en el presente para recordarnos que siempre vamos a estar juntas.

martes, 7 de junio de 2016

FRAGMENTOS DE RECUERDOS

No somos fragmentos de recuerdos. En la memoria podemos visualizar momentos y escuchar palabras que aún viven ahí. En la piel llevamos marcas, solo algunas. Si intentamos revisar el tiempo que ha transcurrido, se nos asoman imágenes. Si repasasamos las alegrías, la sonrisa vuelve. Vuelven también las lágrimas, en el dolor estacionado.De ese modo la vida nos va formando en un todo indisoluble. En lo que dijimos y en lo que callamos, en lo que deseamos y en lo que logramos; en todo aquello que pudimos dar. No somos fragmentos de recuerdos. No hay posibilidad de dividir en porciones las emociones. Van juntas en un abrazo, en una mirada y en las palabras.

sábado, 4 de junio de 2016

LA CAJITA AZUL

Cada movimiento que damos, cada una de las acciones que tomamos; tienen una cajita azul en la que van quedando guardadas las consecuencias. Todo eso queda estacionado solo por un momento, allí dentro.
Al abrir la tapa, la caja parece estar vacía. Nada ocupa un espacio. Todo el lugar simula estar vacío. Viven ahí dentro las sensaciones, el eco de las risas que sonaron y los gestos que puse en cada palabra que recibieron mis oidos. No han quedado rastros,  ni huellas, ni pasados. La memoria mantiene intactos los minutos en los que cada alegría nueva nacía. Era ayer y ya no es ahora. Cada tanto vuelvo a mirar la caja azul y al abrir la tapa noto, que la ilusión se ha escapado. Quizá tenga una pared oculta por la que se hayan fugado las risas.Tal vez ahora ya no tenga que poner la tapa en la cajita azul.

FRAGMENTO DE "SIETE PERCHAS"

No existe un minuto indicado. No se antepone la decisión a la intuición. Solo hay momentos en los que amanece la verdad y se extingue la ilusión. No hay tristeza, hay sabiduría. Tal como se retira el agua de la orilla y la arena queda en silencio. Hay pensamiento y reflexión. La luz se enciende en la oscuridad y el tiempo vuelve a acomodar los días nuevos. Se amontonan las horas del pasado y empiezan a nacer las ideas que parecían quebrar en el vuelo de la ola. Solo algunas permanecerán vivas. El resto, aquellas que tan alto parecían estar, han quedado en una memoria que parece olvidarlo todo.

viernes, 3 de junio de 2016

IBA YO ( FRAGMENTO DE" SIETE PERCHAS" )

Iba yo, en cada palabra que pronunciaba. Iba yo, en las sonrisas que escuchabas. Iba en cada una de las sensaciones regaladas.  La distancia parecía aquietarse en cada sueño, que amanecía al despertar. Iba también el deseo que se cumplía en el abrazo. Iba yo, en cada instante. Quedaban mis horas flotando en ese espacio que construíamos. No había arena ni playa, había un sol. Los reflejos de los rayos quedaron sobre las horas que ya han fugado. Quedó el otoño en la mirada que ya no alcanzo. Quedó un sueño guardado en la memoria. Quedó atrapada la percepción en la voz. Ahí quedé yo, dormida, antes de que despertaras.

jueves, 2 de junio de 2016

DIARIO URBANO (FRAGMENTO)

Siesta del día 6:
Estoy mirando hacia el techo, viendo la vida desde abajo. No hay muebles allá arriba. Qué extraño se ve todo desde acá. Si mis piernas apoyadas en la pared llegan a mancharla, voy a ir a buscar al kinesiólogo para que la limpie él. También voy a reclamarle el lavado de mi jean blanco. Y ahora que lo pienso podría, el muy cobarde, venir y limpiar con sus propias manos el ventilador de techo que estoy mirando. Me pregunto; Cuando te indican un ejercicio así ¿ piensan en las desventajas o solo en la postura de la espalda? ¿Cómo haré para levantarme? Será la última vez que lo haga, si logro poner mis pies nuevamente en el piso. Pienso en una y mil maldades, cuando vuelva a un control. Cuando lo mire de frente y pretenda que le diga algo, acerca de estos ejercicios ¿ La medicina será así en Marte?
Son las tres o cuatro de la tarde. No se bien si viajé en mi siesta. Aún conservo la diferencia horaria. De todas formas, sigue siendo el mismo día que inicio temprano y más allá de la espalda y los ejercicios, hay internet en el espacio.
(La secuencia de los días del mes ya ha sido quebrada. He salteado algunos, he borrado otros y la mirada está detenida en los números del almanaque que cuelga de un clavo, en la pared)