jueves, 27 de octubre de 2016

PRESENTACIÓN " CÓMO SER MALOS " de GONZALO GARCÉS

Hoy presenta su nuevo libro Gonzalo Garcés. Tengo sobre la mesa varios de sus títulos y en las manos todo lo que me transmitió al enseñarme a contarlo todo. No todos los escritores tienen el don de enseñar y la generosidad de brindar cada uno de sus conocimientos. Hay quienes se destacan por la magia que crean a través de las palabras y quienes logran magia también al enseñar. Garcés es, como siempre dije, un hombre sin edad :o mejor dicho, con los años en los ojos de cada uno de los libros de la biblioteca que lleva dentro de si mismo. Hoy va a ser una tarde especial en la que todas las palabras estarán de fiesta.

miércoles, 26 de octubre de 2016

DÍA 2, DE SIETE QUE YA TERMINAN (" SALUDOS AL SOL ")

Estaba decidida a intentarlo. Me levanté bien temprano, para poder seguir toda esa cantidad de pasos que leí en algún lugar. No recuerdo bien si fue en una revista o en un libro. No se tampoco el orden que tenían esos puntos. Seguramente tenga que utilizar el sentido común para poder empezar y así lograr ese bienestar que parece alcanzable. Ese sentido que se ve tan simple de encontrar y no logro visualizar. Ahí está; voy empezando a recordar. Había que visualizar los sueños, imaginarlos con los ojos cerrados, ése era uno de los pasos a seguir. Aunque creo que antes de proyectar en imágenes eso que quiero lograr, había algo relacionado con la respiración. Seguramente algunos ejercicios que tengan que ver con eso de inhalar y exhalar. Supongo que aire puro, así que mejor voy a abrir la ventana para empezar el día. La madera del postigo está muy hinchada y eso debe tener una estrecha relación con la humedad y toda esta lluvia que no para de caer. Ahora vuelvo a recordar otro de los pasos a seguir y creo que hoy no es el día indicado. Había que saludar varias veces al sol y la verdad es que no está por ningún lado. Ni el reflejo ni los rayos, ni nada que se le asemeje. Hay muchas nubes y tal vez no haya que saludarlas tanto. Quizá el saludo equivocado me produzca un efecto contrario al bienestar prometido. Mejor sigo con los ejercicios. Eso nunca está de más y aunque algo recuerdo acerca de unos movimientos con la pierna hacia un costado, voy a innovar y voy a probar con los brazos. Si  cierro los ojos me siento una bailarina de las clásicas, de las que hacen baile clásico y mueven con mucha gracia los brazos. Ahora bien, me pregunto porqué estoy al lado de la ventana, con los ojos cerrados, en postura de bailarina, visualizando un sol que no está y con mi mano derecha aferrada al escobillón. Creo que algo debo haber hecho mal. La imagen no es la que recuerdo en la foto acerca del bienestar. Voy a probar de nuevo mañana, si es que vuelve a salir el sol.

lunes, 24 de octubre de 2016

DÍA 1, de 7 (" ARMONÍA Y EQUILIBRIO" )

Es lunes, son las 9 de la mañana y estoy comprando zapallos en la verdulería. Tengo zapatillas blancas y el pantalón que uso los fines de semana. Esperando a que me atiendan, dudo acerca del día. Pienso que esto bien puede ser un sueño. Anoche todo fue extraño, mientras dormía. Perdí el equilibrio mientras soñaba. Me desperté sobresaltada intentando entender cómo puede ser posible que uno pierda el equilibrio mientras sueña. Imaginé que tal vez era el sueño quién había desestabilizado el equilibrio, en el descanso. Prendo el teléfono para corroborar que no es domingo y que sin embargo estoy despierta, a punto de comprar papas y cebollas. Me ilusiono eligiendo los colores del almuerzo que quiero hacer. Me prometí disfrutar cada minuto de estos días que si bien indican un descanso, ya de arranque me tienen despierta, despabilada y a cara lavada. No se bien en qué momento empezó este día sin avisarme. Esperaba que me tendiera una alfombra colorada, ni bien pusiera mi pie derecho en el suelo. Había imaginado una sorpresa, en la mesa de luz y un cartel de bienvenida en el portón, cuando sacara el auto. Nada de esto ha sucedido pero aún  quedan horas capaces de asombrarme. Ya el precio del zapallo ha logrado dibujar un gesto de alarma en mi cara. Veremos qué pasa cuando termine la mañana. Siempre dicen que para lograr un buen descanso, es necesario estar en armonía. Mientras busco el cambio que me pide el verdulero, pienso que va a ser difícil lograrlo. No hay armonía en este bolso en el que conviven las pinturas, las monedas y el documento ; mucho menos imagino que pueda haber armonía entre los pensamientos y las acciones. Habrá que buscar otra cualidad para el tiempo del descanso. Estoy segura que este primer paso en la verdulería, a las 9 de la mañana, siendo lunes y con zapatillas; tiene que ser un buen inicio.

sábado, 22 de octubre de 2016

SERIE DE DIEZ ( "LA PELUQUERÍA ")

Entrar a la peluquería siempre supone un cambio. Un aire nuevo, un corte de puntas florecidas y quizá otro color. Se entra al salón llena de ilusiones, frente a un espejo que nos recuerda a cada instante que somos las mismas y que seguiremos siéndolo, a pesar de todo. Escucho voces a mi izquierda y a la derecha también. Todas hablan y cuentan historias y planes para realizar en las horas que seguirán al peinado, al color o al corte. Yo estoy en silencio, escuchando atentamente a la rubia que va a ser mas rubia, en cuestión de horas. Me sorprende la que tiene rulos y le pide a la peluquera que le haga un alisado, permanente. Pienso que nada es permanente y sin embargo la veo ilusionada mirando la foto de la revista, con el lacio que quiere tener. Mas atrás, en los asientos donde están las piletas para los lavados, hay tres mujeres llenas de papeles en sus cabezas. Creo que van a lograr un arco iris de colores y quizá hasta el sol les brille diferente en sus nuevos tonos. Miro para abajo y el piso está lleno de mechones que alguien barre, para que todo esté impecable. Fue cortado antes y ahora va al olvido. La chica que me peina mueve insistentemente el cepillo con su brazo izquierdo y  con el derecho sostiene el secador de pelo, apuntando directo a mi cabeza. Quiero hablarle, decirle que no haga tanta fuerza, que no hay necesidad de tanto empeño. No me escucha por el ruido y le hago una seña a la que presta atención y de inmediato frena y me dice " ¿raya al costado o raya al medio?" Vuelvo a hacerle otra seña indicando que es lo mismo. Ya estoy en este baile, entregada a dos manos que no conozco y que parecen saberlo todo. Tanto espejo me asusta un poco y elijo ver una revista que está apoyada en la mesa, junto a seis cepillos a su costado. Sin anteojos no leo nada, así que rápidamente vuelvo a apoyarla en su lugar y solo me queda mirar por la ventana. La chica que me peina se llama Araceli, todos la nombran y ella va y viene. Parece controlarlo todo. Al rato, apaga el secador y tomándome de los hombros me dice " Te voy a mostrar con un espejo como te quedó ".Sonrío y miro mi peinado nuevo. Desde atrás parezco otra y sin embargo, al pararme y dejar ese lugar, noto que soy la misma de antes; la que entró y ahora se va de la peluquería.

miércoles, 19 de octubre de 2016

EL MIEDO ( NO A LA VIOLENCIA#NIUNAMENOS#NIUNO MENOS)

A los 15 años, luego a los 30 y un poco más adelante; ya a los 50, siempre hubo un miedo. Primero fue propio; lo sentía en miradas y lo llevaba en los oidos cuando escuchaba las indicaciones y los cuidados que debía tener. En otro tiempo mis miedos se corrieron de lugar y empecé a sentirlos por mis hijos, por los amigos de mis hijos, por esas chicas que caminaban por la calle y que sonreían igual a la risa que retumbaba en esa edad que había sido mía. Los miedos no se fueron con el paso de los años. Siguen ahora y están por todos lados. Están en las casas y también en las calles. Viven en los rincones oscuros y laten a plena luz del día. Son miedos parecidos y miedos distintos. Son miedos, en todas las formas. Son miedos de mujeres y son miedos de hombres. Son miedos de todos los tiempos. A los miedos no se los puede prevenir ni evitar. Ni la mayor información acerca del peligro, puede protegernos del miedo. A medida que van pasando los años noto que todo se acentúa; la felicidad, la tristeza, las pérdidas y también los miedos. No puedo dejar de imaginar una vida sin sueños. Nadie puede volver a quitarle un sueño a alguien. Me gustaría soñar un miedo y que quede atrapado ahí, sin despertar. Me gustaría que a los 15, a los 30 y a todas las edades; se pueda soñar y también despertar.

domingo, 16 de octubre de 2016

SEGUNDA SERIE DE DIEZ ( " CON EL TIEMPO Y LAS PISADAS")

Mi abuela "la negra", era miedosa. Mamá, también es miedosa. Yo, tengo varios miedos, algunos por herencia y otros adquiridos. Todos estos miedos no pudieron anular las fuerzas ni las ganas. Nos acompañaron en las luchas por vencerlos y en el poder controlarlos. Muchas veces leo que no es bueno tener miedos y que todo lo que uno se propone puede lograrlo, si se cruza ese miedo. Pienso que no todo se puede. El miedo es para mi un bastón con el que puedo avanzar. No es un obstáculo; es parte de la vida. No se es más débil, por tener miedos. Antes de tener a mi primer bebé, pensaba que ser mamá era algo muy difícil de lograr. Tenía muchos miedos y mas allá de las ganas y de la felicidad de imaginar un hijo en mis brazos; el miedo siempre estaba ahí. Con el tiempo y las pisadas, la misma vida fue quitándome el tamaño de los miedos. Se fue achicando lentamente para volverse fuerte y necesario. El miedo, fue enseñándome que no es una mala compañía. No anula ni complica. Es parte y motor de todos los sueños. De los que cumplimos y de esos que quedan solo en el intento. No dejo que el miedo borre mis recuerdos. No existe el miedo en la memoria. En los miedos, vive la fuerza que nos hace seguir. No se detienen las ganas ni los sueños; por aceptar el miedo. Abuela le tenía miedo a la soledad. No le gustaba quedarse ni un rato sola. Una vez, creo que ya había cumplido ochenta, bajó los cinco pisos por la escalera, solo porque se había asustado. Abuela fue gigante y aún en sus miedos; nunca dejó de animarse a todo. Los miedos, son miedos pero no trabas. Solo hay que seguirlos, guiñarles un ojo  y continuar el camino.

martes, 11 de octubre de 2016

SERIE DE DIEZ ( "SIN HILOS TENSORES ")

Hace tiempo que vengo pensando en escribir sobre la experiencia. Eso que vamos acumulando sobre las espaldas, muchas veces a modo de honra y otras tantas, solo como el paso del tiempo. Me cuesta poner en palabras la alegría que se entremezcla con la impotencia y el grito que se lleva guardado; ahí donde no permitimos que se pueda escuchar. Pareciera que las marcas que nos va dejando la vida; tuvieran que esconderse o fingirse inexistentes. El tiempo nos va dando a cada instante una nueva posibilidad de lucha y constantes empujones para avanzar en el camino. Porque vivir tiene que ver con cruzar puentes y en todo cruce, siempre se deja atrás lo vivido para poder pisar lo nuevo. En esas pisadas es que vamos construyendo nuestra experiencia. Solo el tiempo puede mantenerla firme. No hay cremas antiarrugas ni hilos tensores de oro que puedan disfrazarla. Es el mismo transcurrir de las horas y de los días, quienes la van consolidando y volviendo el sostén de nuestra vida. La experiencia es única y aunque no se vea a simple vista, es la guardiana de nuestro existir. No podemos disfrazarla ni vestirla de gala. No podemos esconderla tras velos de colores. Es nuestra silenciosa compañera de ruta. Sabe de nuestras debilidades y fortalezas. Sabe de los fracasos y de los éxitos. Sabe de las luchas. Solo nuestra experiencia sabe.
                                      (SIGUE...)

martes, 4 de octubre de 2016

EL SUEÑO INTERRUMPIDO

 Los días que nacen nuevos, tienen en sus espaldas a esos que ya han tenido vida. Se van sumando a otros que fueron anteriores y en cierta forma están a la espera de los que vendrán. Claro está que el camino que se va pisando no solo está marcado por las huellas que ya no se ven ; porque en cada paso nuevo suelen aparecer las sorpresas. Nos despabilan de golpe, ante el sueño interrumpido. Haya sido sueño o realidad, eso ya ha sucedido y como si fuera poco; ha dejado una marca. Las marcas nos recuerdan que la vida nos ha hecho un surco entre los instantes de felicidad y los  tiempos de derrota. Los sucesos inesperados también han contribuido a mantenernos despiertos. Porque después del sueño uno despierta y luego, en ese tiempo en el que no se sabe bien si el sueño ha sido sueño;llega la sorpresa. En toda sorpresa hay una sonrisa escondida que nos recuerda haber soñado. En la felicidad, un sueño por despertar.