jueves, 11 de febrero de 2016

EN EL CAMINO

Sí se puede explicar con palabras. Las encontré y las fui acomodando una tras otra, hasta que pudieron hablar por sí mismas. No era imposible. Sabía que había un modo de entrelazarlas para que llegaran claras. Luché para que no confundieran. Insistí en verlas capaces. Solo era difícil. Su sola existencia las llenaba de coraje y poder. Las palabras. Un mundo repleto de palabras y lleno de silencios. Siempre tan llenas de voces y a la vez tan vacías de sonidos.
Con un grupo de palabras, creí poder alcanzar las estrellas. Las soñé valientes, iluminadas por la luna y con el brillo del sol en sus letras. Lograron mucho más que ese viaje previsible en el que los sueños van guardados en una valija. Llegaron a destino sin pasaje de regreso. Pude entender, solo al verlas llenas de risas y a los saltos, que la libertad iba a acompañarlas siempre en el camino hacia la felicidad.

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