El espejo nos muestra una realidad. Nos devuelve la exacta imágen de aquello que parece ser también la realidad. Sin embargo la realidad parece ser diferente, en muchos casos, al reflejo. Hay distorsión en la intención de reflejar. Hay solo similitudes entre la sonrisa que esbozamos para que se refleje nítida y veráz. Hay parecidos que parecen demorar en ese viaje que se inicia al mirarse en un espejo. Quizá ese breve instante esté cargado de milésimas de minutos guardados que no pudimos ver. Estallan ahí, en ese momento que parece fugaz. Tal vez las ilusiones y los sueños hayan hecho un largo viaje, para demostrarnos que eso que se muestra inmediato,solo sea una extensa gira de emociones vividas. La duda no suele reflejarse tan rápido. Los dolores tardan en volverse expresión en la mirada. Las penas llegan a la imagen, luego de haber recorrido lágrimas y las lágrimas solo hacen un surco cuando amanece nuevamente la sonrisa.
martes, 14 de febrero de 2017
miércoles, 8 de febrero de 2017
TEMPORADA DE RESEÑAS 2- "BIOYGRAFÍA" (DE SILVIA RENÉE ARIAS)
"LA VIDA DE ADOLFO BIOY CASARES"
La mesa del té, está preparada. El bastón quedará apoyado en la silla, mientras la voz de Bioy irá acompañando la lectura de cada maravilloso momento narrado por Silvia Renée Arias. No son precisiones acerca de su vida. Es mucho más que eso. Es entrar por un largo rato en los días de uno de los grandes de la literatura argentina. Silvia logra con sus palabras, permitirnos entrar en el departamento de la calle Posadas de Adolfo, conocer a Silvina Ocampo y hasta poder recorrer los dormitorios y la cocina. Nos invita, con su prosa impecable a viajar al campo en la localidad de Pardo y conocer a sus amigos Jorge Luis Borges ,Enrique Drago y Arturo Cancela. Cada detalle nos despierta la imaginación, logrando visualizar las tertulias y el bolsillo del traje en el que lleva sus biromes el gran Bioy. Las biografías suelen ser, a mi criterio, una mera recopilación de datos en las que pocas veces se llega a permitir que el lector conozca mucho más que fríos datos. Silvia Arias no solo nos empapa de cada viaje de Bioy Casares, sino que a través de sus vivencias junto al escritor, nos habla de las debilidades, los amores, las fortalezas y las pérdidas del mismo. Lo hace desde un lugar que sacude las emociones y pone en jaque la ansiedad. Sí. Silvia Arias nos despierta abruptamente del sueño que puede causarnos leer cualquier biografía. Nos enriquece la memoria y nos vuelve partícipes de esa vida porteña, plagada de literatura. Cada hoja que vamos pasando, cambia nuestra postura. El interés por conocer mas y más de la vida de Bioy, va aumentando hasta el punto en el que creemos estar frente suyo y teniendo una deliciosa charla, alrededor de una mesa y a punto de servirnos el té. La sensación no se va cuando terminamos de leer BIOYGRAFÍA, sino por el contrario, nos deja cubiertos de recuerdos que parecen estar vivos, más allá del tiempo.
La mesa del té, está preparada. El bastón quedará apoyado en la silla, mientras la voz de Bioy irá acompañando la lectura de cada maravilloso momento narrado por Silvia Renée Arias. No son precisiones acerca de su vida. Es mucho más que eso. Es entrar por un largo rato en los días de uno de los grandes de la literatura argentina. Silvia logra con sus palabras, permitirnos entrar en el departamento de la calle Posadas de Adolfo, conocer a Silvina Ocampo y hasta poder recorrer los dormitorios y la cocina. Nos invita, con su prosa impecable a viajar al campo en la localidad de Pardo y conocer a sus amigos Jorge Luis Borges ,Enrique Drago y Arturo Cancela. Cada detalle nos despierta la imaginación, logrando visualizar las tertulias y el bolsillo del traje en el que lleva sus biromes el gran Bioy. Las biografías suelen ser, a mi criterio, una mera recopilación de datos en las que pocas veces se llega a permitir que el lector conozca mucho más que fríos datos. Silvia Arias no solo nos empapa de cada viaje de Bioy Casares, sino que a través de sus vivencias junto al escritor, nos habla de las debilidades, los amores, las fortalezas y las pérdidas del mismo. Lo hace desde un lugar que sacude las emociones y pone en jaque la ansiedad. Sí. Silvia Arias nos despierta abruptamente del sueño que puede causarnos leer cualquier biografía. Nos enriquece la memoria y nos vuelve partícipes de esa vida porteña, plagada de literatura. Cada hoja que vamos pasando, cambia nuestra postura. El interés por conocer mas y más de la vida de Bioy, va aumentando hasta el punto en el que creemos estar frente suyo y teniendo una deliciosa charla, alrededor de una mesa y a punto de servirnos el té. La sensación no se va cuando terminamos de leer BIOYGRAFÍA, sino por el contrario, nos deja cubiertos de recuerdos que parecen estar vivos, más allá del tiempo.
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