lunes, 31 de julio de 2017

CARTA DE TINY- 5 " DOS CARRETILLAS"

..."ya van dos carretillas. Es increíble que en tan poco tiempo se hayan caido tantas hojas. No se bién en qué momento se fue el verano. No solo quiero contarte la sensación de pérdida que siempre me da este trabajo, sino también el ruido que me queda en los oidos cuando prendo el fósforo y me quedo mirando cómo desaparece todo lo que antes tenía vida. El invierno es así. Decí que siempre  quedan los recuerdos y esa memoria, que todavía me acompaña. Estoy agotada; me duele la espalda y tengo un cansancio en la mirada que  parece  nuevo. Debe ser de forzar tanto la vista para imaginar cómo estaban antes las hojas, en los árboles. No se si me pasé mas tiempo acumulando hojas con la escobilla o revisando en la memoria ese mes de marzo en el que todo estaba florecido. Después, cuando ya todo se volvió cenizas, recién ahí, me senté a mirar. Tiene su encanto el invierno, me cuesta describirte los tonos y hablarte de lo que ahora miran mis ojos. Será cuestión de tiempo y de empezar a detener la mirada en el cielo. Sí. Arriba todo siempre se ve igual. Es extraño pero allá las cosas no parecen modificarse tanto. Las nubes, sus colores y un viento alocado que en un abrir y cerrar de ojos, todo lo despeja. Me siento bien, después de haber terminado con esta tarea que tenía pendiente  desde hace mas de un otoño. Es que la partida del gato, me ha demorado las acciones. Ya sabés lo difícil que se vuelven las mañanas, cuando veo su plato, en la cocina. Prometo volver mañana y contarte un poco más de esas cosas que me van pasando. Ya no habrá tanto olor a quemado y el descanso habrá mejorado mi humor"

Cariños Tiny.

lunes, 24 de julio de 2017

CARTA DE TINY - 2- " CITA CON AGOSTO"

..."Ya pasó la tarde de ayer y es tiempo ahora de contarte porqué me quedé mirando el calendario en la cocina, con la mirada detenida en julio, un buen rato, sin saber bien porqué. En un principio me puse a buscar el feriado de agosto y después de confundirme como siempre los colores resaltados en azul, me puse a pensar en estos últimos meses que parecieron extenderse mas de lo habituál. No te creas  que voy a explicarte que en invierno los días son mas cortos y toda esa historia de los amaneceres y demás yerbas. Eso pasa todos los años, aún cambiando el año del almanaque. No es eso. No es del frío ni del calor ni del clima, que quiero hablarte. Ya bastante me aburre un señor que comenta todos los días en la radio, cómo emprender la mañana y sostener el paraguas por las tardes. Es que creo que se han modificado los meses de este año y nadie pareció tener la delicadeza de avisarme. Podrían haberme anticipado, aunque sea, que los días de abril iban a ser mucho más que los que sigue mostrando el calendario. No se, a veces pienso que es algo personal. Puede ser. Nunca me gustaron las fechas ni tampoco resalté algún día especial en esas hojas llenas de números. Creo haberte contado que no creo en esos números, ni en los meses, ni en nada que se le parezca a una fecha. Pero bueno, así pasé la tarde de ayer; desconcertada y confundida. Cuando finalmente llegué al mes de julio, recién ahí pude entender que no se trataba del invierno. Comprendí que era una cuestión de plazos. Que el tiempo, mi tiempo, ese que creía indefinido, había cumplido su ciclo. Obviamente, cuando los ciclos terminan, se vencen los sueños ¿sabías que los sueños tienen vencimiento?¿ sabías que todas las palabras se terminan borroneando? Sí. Yo me di cuenta ayer, frente a frente con el calendario que sigue colgado en la pared. No vayas a creer que este tema del tiempo tiene alguna relación con el paso de los años. Esto es otra cosa y no tiene nada que ver con la edad ni con las arrugas que empiezan a notarse más. Eso se lo dejo al espejo, con el que me llevo muy bien, más allá de nuestras peleas matutinas. Se me está haciendo tarde y tengo que dejarte. Hoy a la siesta tengo una cita con agosto. Tengo planes sin sueños, esta vez. Tengo que ver si logro poder dar vuelta el mes de julio y que no quede ninguna marca. La pared se está descascarando y no tengo plata para contratar un albañil"
                     Cariños, Tiny

viernes, 21 de julio de 2017

CARTAS DE TINY- CARTA 1- "DOCTORADO EN FANTASÍA"

..." Qué extraño me resulta intentar contarte todo lo que me ha estado pasando desde esa tarde última en la que te cruzé caminando por la avenida. Ahora piso calles de tierra y a pesar de no extrañar el asfalto, hay algo de ese ruido tremendo de la ciudad, a lo que vuelvo varias veces en el día. Quizá no sea la cantidad de gente, ni las miradas apuradas, eso que me falta. A veces pienso en el sol que era tan fuerte en esa siesta. Otras tantas cierro los ojos para recordar y recién ahí, noto que ni el verano ni la ciudad son los que hacen que mi memoria  repita incansablemente esos instantes. Claro, vos dirás que mi imaginación siempre aumenta los recuerdos. Creerás que soy capáz de inventar minutos que ni siquiera ocurrieron; para creer que conocí la felicidad, esa tarde. Puede ser, no te lo discuto. Si existiera el doctorado en fantasía; estoy segura que me hubiera graduado con honores. Lo sé. Pero también sé que la memoria, mi memoria, solo guarda los momentos especiales. Los que decido y elijo retener. Ya me lo decía un médico, hace muchos años, en el sur. Se refería a la memoria selectiva que me permitía olvidar o simplemente dejar de recordar, esas cosas que no eran importantes para mi. Y pienso que es verdad, voy caminando por la vida eligiendo eso que no puedo olvidar. Me pregunto si dentro de eso que elegí guardar, estará esa tarde de la que te hablo ¿ habrá sido así ese tiempo? ¿ Me habré excedido con la imaginación al recordar? No lo sé ni creo que nadie en el mundo pueda saberlo. Soy la única dueña de esos momentos que ya pasaron. Y, aunque te parezca raro, creo que ni siquiera vos podés saber con exactitud el tamaño de mi fantasía o el exceso de imaginación, que derrocho al recordar. La tarde existió, de eso estoy segura. Los autos iban y venían y también había gente caminando por las veredas. Tendría que tratar de contactar a esas caras que ya no recuerdo. Tal vez podrían declarar que mi sonrisa era diferente a todas las sonrisas que alguna vez tuve. Tal vez lo haga, aunque no cambiarían la certeza que tengo ni la sensación que me quedó. Por otra parte y cambiando de tema, el frío es intenso ahora. Tejo y leo, hago pausas con el mate y después me siento a escribirte todo eso que se me va ocurriendo, ahora. "

Cariños, Tiny.

jueves, 20 de julio de 2017

TEMPORADA DE RESEÑAS 3- "MAÑANA SOLO HABRÁ PASADO" DE SEBASTIÁN BASUALDO

El título del libro llamó mi atención de inmediato. Supe, antes de abrirlo, que en esas hojas encontraría todo lo que es necesario vivir para luego ser memoria. Supe luego, al leerlo, que ese pasado al que algunos eligen esquivar, iba a ser el centro de todo lo allí escrito.
Sebastián Basualdo, con una habilidad extrema para reflejar el dolor y la emoción en palabras, va logrando en cada línea revivir el tiempo que queda detenido en los recuerdos. Nos sumerge en una profundidad de la cuál nos cuesta volver a la superficie para respirar y entender que mucho mas allá del presente, somos todo eso que nos pasó en cada día de la infancia.
Se refiere a las promesas y a las ilusiones de un modo sorprendente. Basualdo, nos va cautivando con su poesía entrañable hasta dejarnos con la mirada perdida, pensando en ese tiempo al que llamamos pasado.

EL GATO NO ESTÁ

El gato se fué. El invierno sigue latiendo en la ventana empañada, todavía. El alimento está sobre la heladera y me asombra ver la bolsa entera, sin signos de querer ser abierta. El gato ya no está y lo busco aún en esa ausencia que respiro. No tengo apuro ahora en cerrar la puerta para que la perra no entre y lo busque. Si la puerta quedara abierta, ya no lo encontraría. El gato no está. El silencio es igual al de ayer, cuando el gato estaba en la casa. No extraño los ruidos, porque no había ruidos cuando el gato vivía acá. Extraño esa falta de ruidos que el gato completaba con su mirada. El gato ya no está y sin embargo ha dejado el cuarto donde vivía, lleno de marcas invisibles. No son sus huellas las que quedaron en el piso, porque ya las nuevas pisadas han marcado minutos nuevos. El gato no está. Tengo las fotos y la memoria intacta de esa última mañana en la que abrí la puerta para irme y él se quedó ahí, como siempre.

miércoles, 12 de julio de 2017

LUEGO, EL INVIERNO

La felicidad generalmente transcurre en cortos intervalos del tiempo. Puede repetirse, puede demorarse; pero es extraño que permaneza imóvil y detenida. A veces, la felicidad , se consolida en algunas horas que pertenecen a un solo día. Parecen estallar las emociones hasta ir desvaneciéndose lentamente en un período mucho mayor a ese breve espacio en el que simulaban la eternidad. Creo que toda esta historia de la permanente búsqueda de la felicidad tiene una estrecha relación con el verano. Sí, el calor parece ser el mago que permite que la felicidad viva en horas. Luego el invierno se va ocupando de enfriar las alegrías. Estira los tiempos y los encuentros, casi contrariando la sonrisa y la alegría que vivía en marzo. Le pongo una bufanda con dos colores a este julio que amenaza heladas y preparo un té con miel para entender que los inviernos son necesarios para que luego lleguen veranos nuevos.