jueves, 3 de noviembre de 2016

...Y TODO ESTABA CRUZADO (FRAGMENTO DE LA NOVELA " PAPÁ" )

" No había entrado antes a una sala de terapia intensiva. Era un mundo extraño, sin música y con poca luz.  Papá estaba sentado en la cama, despierto y con sus anteojos puestos. Apenas me vió me saludó con la mano haciéndome una seña para que me sentara a su lado. La cama era muy alta asi que solo quedé parada, asombrada del lugar y más aún de la primera pregunta que me hizo
-¿ Fuiste al taller?
-Sí, papá, ayer fue la clase (no recuerdo el tono en el que se lo dije, pero sí recuerdo que no había ido)
-No dejes de ir, petisa
Papá se sacó los anteojos y empezó a contarme un extraño episodio que había ocurrido la noche anterior, la primera noche que papá había pasado en el sanatorio. Hacía gestos con las manos y me señalaba la cama que estaba enfrentada a la suya, se reía al recordar.
-Fue muy divertido ver como el viejo de enfrente le hablaba a la enfermera.
Por un momento pensé que papá estaba contándome una parte de su novela, de la que estaba escribiendo y enseguida dudé acerca de todo eso que me decía, como algo que realmente había pasado. Le dije que iba a salir un ratito afuera para que pudiera entrar Malena. Le di un beso y crucé la puerta que iba a abrir durante muchos días, desde ese momento que recién empezaba, sin saberlo.
Malena me esperaba ansiosa en el pasillo y mi cara le contestaba sin palabras que algo no estaba bien.
-Entrá vos Male, y después me decís cómo lo ves.
Me quedé con la mirada fija en la puerta, tratando de entender qué era lo que le pasaba a Papá. Cómo tenía tanta lucidez para recordar que el martes era el día en el que tenía taller, cómo se veía tan bien y a la vez algo me indicaba que parecía estar metido en uno de sus cuentos.
Male salió a los pocos minutos de haber entrado. Se veía asustada.
-¡Qué le pasa al viejo? está muy raro, me habla de cosas que le pasaron anoche, no se... de un viejo y una enfermera..no entiendo nada.
La abracé a Malena y pensé en la última vez que había estado con Papá en su casa. Estábamos sentados en el sillón de su living y él me contaba con mucho entusiasmo una parte de la novela que estaba escribiendo. Cerré los ojos y volví a recordar cada una de las cosas que me había contado hacía solo unos minutos, en terapia; en la terapia intensiva  de ese sanatorio"




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