viernes, 25 de septiembre de 2015

LA LÍNEA QUE QUIEBRA EL CELESTE

Cuando pasa el tiempo, cambian los colores. Algunos se esfuman y se vuelven más claros. Otros, en cambio, profundizan sus tonos. Me pregunto si los colores son los que cambian o  si quizá, es nuestra mirada la que ve diferente. Comienza a atardecer y ya solo alcanzo a ver una parte del cielo. Parece quedar dividida por una línea oscura que quiebra el celeste. Buscan mis ojos las nubes que ya no están. Va llegando la noche y aún en la oscuridad, puedo mirar con claridad. Es el tiempo y su recorrido lento, quién me permite conocer la inmensidad. Se vuelven pequeñas las sombras. Se agudiza el brillo de los reflejos. Se van aquietando los recuerdos. Es el tiempo quién recorre la memoria apresurado, dejándola suspendida en ese pasado que ya se ido. Amanece y están de nuevo las  palabras exactas que definen mi pensamiento. Mientras, el tiempo sigue avanzando.

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