martes, 13 de octubre de 2015

NO ALCANZA LA MIRADA

La mirada está detenida en las nubes. Se ha quedado quieta sobre la montaña, allí donde esas nubes parecen acariciarla. El sol, escondido tras ellas, vigila temeroso y aquieta el brillo que pelea por ganar. Es una lucha silenciosa que aún en la quietud logra aturdir los sentidos. El paso del tiempo late en cada parpadeo de la mirada que viaja asombrada. No hay voces ni risas, hay colores que cambian. Es el gris que llama al celeste y lo transforma. Es el verde que se vuelve calma en el río, abajo. La montaña se ve ahora protegida de la tormenta. Las nubes van abrazando su tierra oscura y cubriendo la inmensidad. Ya no alcanza la mirada.

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