De todos los momentos que viven en la memoria, siempre hay algunos que nos quedan haciendo eco, mucho más allá del tiempo que sigue sucediendo.Sí. El tiempo sucede a cada instante. Suceden las horas y los días, inclusive aquellos que intentamos detener. Lo notamos después, cuando el corazón nos da un vuelco inexplicable y la memoria gira aturdida con imágenes y voces que aparecen en los recuerdos. Tenemos esa incalculable fortuna de poder recordar. Un tesoro que trasciende la realidad mas dolorosa que es la ausencia. En uno y mil intentos por aferrarnos a ese ayer, la vida nos regala la posibilidad de encontrar solo un poco de consuelo, ante la fatalidad. Nos quedan las risas y los enojos; nos queda la mirada y el recuerdo. Nos sostiene la ilusión de creer que a pesar del dolor desgarrador de este hoy incomprensible ; va a seguir siempre y en mil mañanas; el recuerdo.
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