miércoles, 19 de octubre de 2016

EL MIEDO ( NO A LA VIOLENCIA#NIUNAMENOS#NIUNO MENOS)

A los 15 años, luego a los 30 y un poco más adelante; ya a los 50, siempre hubo un miedo. Primero fue propio; lo sentía en miradas y lo llevaba en los oidos cuando escuchaba las indicaciones y los cuidados que debía tener. En otro tiempo mis miedos se corrieron de lugar y empecé a sentirlos por mis hijos, por los amigos de mis hijos, por esas chicas que caminaban por la calle y que sonreían igual a la risa que retumbaba en esa edad que había sido mía. Los miedos no se fueron con el paso de los años. Siguen ahora y están por todos lados. Están en las casas y también en las calles. Viven en los rincones oscuros y laten a plena luz del día. Son miedos parecidos y miedos distintos. Son miedos, en todas las formas. Son miedos de mujeres y son miedos de hombres. Son miedos de todos los tiempos. A los miedos no se los puede prevenir ni evitar. Ni la mayor información acerca del peligro, puede protegernos del miedo. A medida que van pasando los años noto que todo se acentúa; la felicidad, la tristeza, las pérdidas y también los miedos. No puedo dejar de imaginar una vida sin sueños. Nadie puede volver a quitarle un sueño a alguien. Me gustaría soñar un miedo y que quede atrapado ahí, sin despertar. Me gustaría que a los 15, a los 30 y a todas las edades; se pueda soñar y también despertar.

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