viernes, 10 de julio de 2015

BLANCO

Lo encontré entre la ropa guardada en el cajón de la cómoda. Conservaba la mirada que había quedado detenida en el color. Ya no está tan blanca, pero aún sigue reluciendo. Se destaca todavía su brillo entre los otros géneros más nuevos pero sin historia. Luce un pasado que ha quedado intacto en la memoria.  Tenía que ser blanco, tal vez por alguna huella que sus recuerdos no borraban. Debía ser puro y mantener la integridad de aquello que no resiste una mezcla. Entre las manos pude notar que la textura permanecía igual a la que recordaba. Las arrugas no habían cambiado su esencia, la de esa tarde en la que el sol le cambiaba el color. Ahora está aquí. Sigue tan claro como antes. Descansando entre los sueños blancos del ayer. Viviendo con la incertidumbre entre sus pliegues. Sin la certeza para poder entender.

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