jueves, 30 de abril de 2015

ESTACIONES

El pasillo ha guardado los pasos. No quedan huellas y  las luces que reflejan las lámparas de bronce, indican que han quedado sombras en el camino. El trayecto es corto y las pantallas logran atenuar también el eco de las pisadas. Dos puertas parecen encerrar la vida que pasa sigilosamente a través de la ventana. El cielorraso cubre y protege las horas que han quedado latiendo en las paredes. No hay voces ni miradas, porque el tiempo ya las ha cambiado de estación. Las risas guardadas en el ropero, urgen por salir del invierno. Las flores del cuadro celeste, aún están viviendo en primavera. Hay otro cuadro, mas allá, cerca de la chimenea. En él hay otoño, todavía.

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