lunes, 27 de abril de 2015

TIEMPO FUGADO

La confianza se esconde detrás de las sillas en la sala. La tierra amontona recuerdos y apila instantes, sobre la mesa. Las ventanas están abiertas de par en par, aunque el viento no levanta ni se lleva la secuencia de minutos que ahí persisten. He puesto un mantel y dos cortinas pesadas, intentando cubrir la memoria. La madera cruje con un sonido desgastado por el tiempo que aún así retumba en las paredes. Ya no hay pintura fresca ni cuadros de colores. El espejo aún refleja el presente. El biselado de sus bordes guarda el tiempo que ya se ha ido.

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