miércoles, 29 de abril de 2015

SEIS LÍNEAS

Fue leer tus palabras y sentir la necesidad urgente de contestarte.Quise volver a mandarte otro de mis relatos solo para poder recibir tu respuesta y así volver a empezar, una y otra vez. Leí varias veces tus ideas y me nacieron miles de preguntas que nunca te hice. Volví a ver tu nombre con esas letras parejas y llenas de vida que solo recordaban momentos fugados. Me quedé inmóvil esperando una respuesta tuya. Soñé que iba a llegar, que ibas a hacerme reir otra vez. Seguí esperando tus sorpresas interminables. Hasta quise capturar el movimiento de tus dedos y el instante en el que estabas escribiendo eso para mi. Cuantas veces antes había pasado un largo tiempo sin que aparecieras, porqué esta vez no esperarte. Volví a mirar las palabras unidas unas a otras bailando. Esa forma de cautivar mi atención y mi espera. Lo intenté muchas veces y hasta memoricé en silencio, las seis líneas. Recordé el modo en el que me llamabas y temblé ante tu tímido elogio que me trataba de usted. Entre tanta emoción desplegada en palabras, por un momento se me aparecieron tus ojos cansados, tu respiración lenta despidiéndose y tus manos en ése, tu último minuto, que fue a mi lado.

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