jueves, 3 de agosto de 2017

CARTA DE TINY-7 " LAS ESTAMPILLAS Y EL GATO"

..." me gusta más llevar las cartas al buzón. Ese momento en el que el sobre cae ahí, en su interior, es incomparable. En realidad, no se si te conté, la magia empieza en el momento en el que guardo las hojas(siempre son dos)en el sobre. No es exactamente cuando escribo tu nombre, sino cuando pego las estampillas en el lado derecho, arriba. Yo tenía un álbum en el que coleccionaba estampillas. Me encantaba conseguir nuevas piezas. Ahora que ya me quedan pocas, las cuido como si fueran un tesoro¿ viste que ya no se usan las estampillas? Todo ha cambiado tanto que me asusta pensar en lo que pasará cuando pegue la última en algún sobre. Es que fueron muchos años los que han pasado y es lógico que ya no sepa dónde habrán quedado esa cantidad de estampillas que tenía. La memoria solo recuerda algunos espacios del pasado. No es que haya quedado presa del tiempo que pasó. No es eso. Es que me gustaría saber qué fue de mi álbum. Tal vez vos puedas traerme algunas, de tus viajes ¿cuándo te vas a Barcelona? una tarde recorriendo lugares para conseguirlas, puede llegar a ser diferente. Es importante que lo pienses. Mis cartas tendrían un corto tiempo de vida, si no me las trajeras. Creo que son tan necesarias las estampillas, como las palabras que viven en el sobre. Por otra parte, te cuento que la carta que recibí el otro día se llevó mis ilusiones por completo. Por eso fue una buena decisión demorar en abrirla. Las horas que pasé con el sobre cerrado, fueron maravillosas. Mi imaginación hizo viajes increibles, en esa demora. La tan ansiada carta...¡ qué poco que dura la ilusión! y pensar que solo dependía de mi ansiedad, aunque pensándolo bién, estoy contenta de no haberla dejado cerrada. Porque ya sabés como soy, me encanta soñar pero en algún momento necesito ver la realidad y la realidad fue que mi gato no se fue solo; por decisión propia. Al gato se lo llevaron. El gato tenía una marca que era inconfundible. Ahí estaba mi dirección, en esa chapita que yo me negaba a colgarle en el cuello. No puedo seguir; será mejor que te mande esta carta, así, imprecisa, y que mañana me dedique a contarte con detalles, qué fue lo que pasó con mi gato.
Pd: No te olvides de pensar en las estampillas.

Cariños, tiny.

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