miércoles, 17 de junio de 2015

EL DÍA QUE SIEMPRE FUE MÍO

He podido finalmente, dejar atrás el festejo en primavera. Siempre supe que era invierno. No tenía antes la certeza. Tuve después el instinto. Despertó gradualmente a medida que iban pasando los inviernos. Cuando conocí el día, lo pasé por alto; primero por costumbre, luego por miedo. Ahora siento que el aire frío me pertenece. Pude encontrar la hora y el lugar. Ahora lo siento mío. Me queda la memoria, teñida de flores relucientes. Han pasado a ser recuerdos, los cumpleaños que no eran. Vuelve a empezar el invierno, pero esta vez nace junto al frío, el día que siempre fue mío.

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