sábado, 11 de junio de 2016

LÍNEA INVISIBLE

A veces, solo a veces, intento cambiar las palabras que escribí. No lo logro. Insisto. Vuelvo una y otra vez a intentar soltar las letras que le pusieron nombre a una emoción. Doy una vuelta a las oraciones. Agrego puntos y salteo las comas. Al rato noto, que más allá de mi esfuerzo, la intención quedó viviendo y latiendo empecinada, en eso que dije y sentí. Se asemeja a la memoria con la cuál revivo los detalles y los gestos que surgieron sin  pensar. Se puede olvidar o se puede recordar una parte de la vida. Se puede vivir también intentando olvidar. La vida tiene tiempos que existieron y que por mucho esfuerzo que hagamos, nos han dejado una marca que ni siquiera la fuerza más poderosa, logra borrar. Es una línea invisible que instante tras instante, nos va convirtiendo en quienes somos.

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