lunes, 8 de agosto de 2016

LAS HORAS NUEVAS

Reir desde el dolor, es una buena decisión. La risa no siempre está asociada a la alegría. A veces se ríe desde la adversidad, casi como queriendo contradecirla.. Se asemeja a los pasos que se dan en contra de la corriente. Cuestan, nos demandan un esfuerzo y a la vez nos producen ese cosquilleo que nos da la alegría. Es una sensación extraña y de tan imposible que parece el poder realizarla; se va volviendo intensa y efectiva. Reir es necesario.  Nos aliviana las cargas y nos anima a seguir. Las lágrimas pueden caer y rebotar en una gran sonrisa. No se borran ni se niegan. Se guardan dentro del lugar en el que viven los recuerdos. Pasan una temporada en silencio, solo para entender que fueron necesarias. Al sonreir, la esperanza se reactiva. La ilusión vuelve a despertar con nuevas inquietudes. No han sido en vano las horas en las que la sonrisa parecía dormida. Han cruzado un tiempo y hoy vuelven a estar de fiesta y con vestido largo. Vuelven a brindar por las horas nuevas que vienen llegando.

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