viernes, 21 de noviembre de 2014

ASÍ EL MAR

Salí a caminar con la única compañía de mis ojos que asombrados me iban guiando por calles desconocidas deslumbrando mis sentidos, que paso tras paso se iban uniendo a mí formando un arco iris que se reflejaba en el mar.
Es un mar infinito que no conoce finales,que no encuentra límites.Quise tocarlo cuando las avenidas y su frío pavimento se transformaron en arena. Me sorprendió su gris y luego su azul y despues el celeste.
De pronto me ensordeció el ruido de las olas golpeando con vehemencia en mis pies y luego la calma....y esa sensación de abandono.
Una y mil veces rompían esas olas y una gran piedra burlona les impedia avanzar.AsÍ y todo la perseverancia de aquella ola imponente logro cubrirla finalmente,mojarme....y luego la calma envolviéndome.
Pareciera que el mar, este mar, tuviera tras sus olas una línea donde todo se divide, una quebrada imaginaria que te lleva a lugares desconocidos en donde todo se vislumbra apacible.
Así el mar.
Me doy vuelta,veo gente,mucha gente y me quedo parada,estática entre esos dos mundos tan diferentes entre si. Hacia allá el infinito,lo interminable,la quietud. Hacia aquí,esta ciudad, sus ruidos,sus edificios,el verano,el invierno....arena gastada por pasos de personas que vienen y van sin saber bien hacia dónde.
Mis sentidos aturdidos....y el mar.
LLego cansada,sin saber en cual de estos mundos me encuentro ¿es en el de la calma a la cual me transporta esta playa o es en el de la ciudad que me mira desafiante?
Me duermo confundida no sabiendo bien donde estoy,queriendo quedarme con esa tranquilidad que resuena en mis oidos. Las voces del mar palpitan en ecos que me acunan y me invitan a soñar.

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