La noche parece recobrar las luces que reflejan en la ventana alta.Me levanto sin hacer ruido, solo para mirar hacia esa casa en la que ya ha amanecido.Un mismo instante está transcurriendo, entre la oscuridad y la luz. Mi noche es tu día allá. Tu luz, es mi oscuridad, ahora. Intento cerrar los postigos para no interrumpir el tiempo que te encuentra despierto.Al correr las cortinas azules, noto que todavía hay un destello de luz empecinado en alumbrar. No logro desafiarlo.Me gana su fuerza poderosa. Vence el temor y salva la hora que me encuentra. Miro el reloj, siento el pulso de los nuevos minutos. Ha llegado el día. La ventana sigue cerrada, pero algo ha cambiado.Quizá, haya llegado tu noche.
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