viernes, 19 de diciembre de 2014

NADA DEJO Y NADA LLEVO

Las valijas están en fila , al borde de la cama. Permanecen así desde hace días. En la mesa de luz hay un papel con una lista de todo lo que hay que llevar.y una birome azul, que tomo de a ratos, cuando recuerdo algo más para guardar. La biblioteca está repleta de libros. No están ordenados. Cerca de ellos, hay una caja que espera llevarlos. El ventilador da mil vueltas removiendo el aire caliente que me mantiene quieta. En el estante mas alto del placard están los cuadernos y las libretas.Cada una de esas hojas me remite a un momento vivido.Cierro los ojos y pienso que no me hace falta llevar nada. Todo está en mis recuerdos. Todo ha quedado grabado a fuego en la memoria. Llevo cada hora y sus minutos. Tampoco siento que dejo algo en este cuarto. Tienen mis manos los libros, tienen mis huellas las hojas que escribí y tienen mi forma esas ropas que usé.Sin embargo, si me fuera dejándolo todo, sentiría tristeza.Voy a levantarme y voy a volver a mirar cada una de estos rincones en los que están mis cosas. Voy a cantar la canción de las amapolas y así podré entender que nada dejo y que nada llevo.

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