sábado, 10 de enero de 2015

INSTANTE FUGADO.

Fue al poco tiempo de saber su nombre y de conocer su mirada. Quizá mucho después de escuchar su voz y tener su risa en mis oidos. Tal vez unos minutos antes de mirar sus manos. Recién ahí llegué al momento en el que supe que todos los hilos de Dionisiano .atravesaban mi memoria.Recorrían mi sangre volviendo a alborotarla, para luego dejarla en vigilia hacia el nuevo instante  Cada minuto nuevo rebotaba en el eco de los recuerdos. No me animé a sujetar fuerte esa tarde solo para que no llegara la noche y en ella el instante de felicidad fugada. El temor se volvió coraje para luego oir los violines y comenzar a revivir la emoción que no termina.Para abandonarme una y otra vez en los brazos de la memoria que sigue tomando por sorpresa y en silencio, mi futuro.

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