domingo, 10 de julio de 2016

MI AMIGA DICE "CUATRO MELONES Y UN CARRO, EN MOVIMIENTO"

El mes pasado yo creía que las caminatas tenían que ver con la espalda. Sí. Relacionaba directamente el caminar un par de cuadras con el nervio ciatico. También me ponía unas zapatillas mucho mas grandes que el número de mi pie, solo por el tema de la cámara de aire. Todo parecía atenuar el dolor y disimular el mal paso. No recorría muchos metros, de hecho creo que solo caminaba lo suficiente como para volver a casa y sentarme a pensar que lo mío; no era el atletismo. Aunque a veces, entre tanta lectura moderna y guiones para el bienestar, mi mirada se detenía en las distorsionadas formas de llevar una vida saludable. Semillas, ejercicios y respiración. Un trío al que no logro acostumbrarme, a pesar de los supuestos beneficios. Por suerte, siempre están las amigas, esas que te conocen y saben exactamente la fórmula para ayudarte. La preparan, la piensan y la analizan en tan pocos segundos que todo de golpe, se vuelve probable y efectivo. Nada de auto ayuda ni pociones mágicas. Cuatro melones y un carro, en movimiento.De eso se trata. Con eso basta. Que la mente no se detenga y que el carro no se frene.  Los melones aunque parezcan muchos, van a encontrar su espacio, entre tanto bache. Mi amiga fue clara y precisa; a caminar entonces, que mientras haya movimiento, los melones solos se acomodan.

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