jueves, 5 de febrero de 2015

A SALVO

Estás a salvo. Es hora de salir del escondite. Dejaste un hilo, asomando tras la puerta. Pude tomarlo y hacerte bailar. Pensé en la jarra con menta y hielo. Recordé algunas palabras, escuché tu risa imaginando el movimiento de las manos. No quise descubrirte. El hilo tan cerca y los ojos tan lejanos. La guitarra te delató. La dejaste apoyada en el mismo rincón de aquella tarde. Tal vez fue una pista de las tantas que siempre me dejabas. Las ubicabas en diferentes espacios. Algunas veces parecían prometer algo y otras, se quedaban quietas, inmóviles frente a la ausencia.Ya estás a salvo. Al resguardo del pasado que insiste en quedarse. No hay miedo en el futuro, si los hilos no se mueven. Hay algo que te descubre y pone tu sonrisa a la deriva. Ya te vi y estás a salvo, Dionisiano.

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