El lugar estaba sucio. Los postigos no cerraban y la mugre acumulada en la ventana, me hablaba de ausencia.Cerré la puerta y al darme vuelta imaginé que todo estaba como antes, tal como lo había guardado mi memoria.No veía la mesa, aunque la cadencia de tus pasos se repetía y hacía eco, en el vacío.La lámpara que había alumbrado tantas tardes, se movía ahora colgando del techo, en un duelo imposible, entre el viento y el olvido.
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