La puerta está abierta. Es la hora. No me va a alcanzar el tiempo. Voy a
vencer el miedo .Entro y espero .No voy
a repasar otra vez lo que traigo. Estoy acá. Vine y no quiero que sea mañana. Era
hoy el día. Sí. Era este día. Hay mucha luz y pocos ruidos. Quisiera tener la
llave y poner todas las trabas que se ven quietas. Las dejo como están. Voy a
guardar el reloj ,aunque no se muevan sus agujas. Este cajón guarda algo. Me
intriga. Semiabierto. Siempre hay mas lugar. Sin horarios. Así voy mejor. Qué
pesado me resulta el silencio. Tengo que aprender ¿Porqué me paraliza no
escuchar ningún sonido, si la soledad me encanta? Música. Quizá si escuchara
esas notas, aquel piano. Puedo imaginarlo. Ya lo estoy imaginando. Sentada en
este sillón me siento extraña. Voy a descubrir rincones. Siempre me gustó jugar
en un rincón. Pasaba horas vistiendo y jugando con mis muñecas, en aquel
rincón. No esperaba, solo disfrutaba. Este rincón es increíble. Desde acá veo
por la ventana. Miro al cielo. Voy a jugar con las horas de la tarde . Me gusta
ver como se mueven las nubes y a cada instante, descubrir figuras. La casa debe
ser grande. Me quedo acá. Quiero un café. Voy a imaginar una taza en esa nube. Recuerdo
las tazas que giraban en el parque. Era pequeña. Siento lo mismo. Me gusta oir
los latidos del corazón, sin nada que los precipite. Solo muevo las manos para
intentar tomar ese dibujo del cielo que nada me pide. Estos son los movimientos
que quiero. Nacen sin pedidos, sin miradas. Tengo que acordarme de esta sensación
en la que soy la dueña absoluta. Mis ojos quieren dormir y amanecer en otra
noche. Me voy durmiendo. Cuando despierte todo va a estar distinto. Tengo que
acordarme de este momento. Eso quiero contarte cuando llegues. Quizá estés ahí,
del otro lado y en silencio. Este es el encuentro que quiero. No me despiertes
si venís. No me avises, si estás. Sentate acá, frente mío y no pongas llaves. Quizá
luego, veamos las nubes desde otro lado.
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