lunes, 6 de octubre de 2014

LA CORONA DE DIONISIANO


Hoy me paré frente a la vidriera otra vez. Busqué tu corona entre todos esos regalos que brillaban tras el vidrio. Mis latidos comenzaron a acelerarse, al no encontrar la corona. La que imaginaba para vos. ¿Fuiste vos Dionisiano? Intenté calmarme. Volví a mirar. Mis ojos se veían desorbitados y mi mirada se encontraba perdida. Todo estaba en su lugar como aquel primer día en el que ví tu corona en ese lugar. Brillaba. Tenía magia. Resaltaba entre cientos de objetos que se volvían inanimados a su lado. Entré al local y le pregunté a la vendedora por la corona en forma de anillo, que ya no estaba en la vidriera. Ella me miró y me dijo que la había vendido. Solo agregó "era preciosa". Me quedé sin voz y ni siquiera me atreví a preguntarle quien se la había llevado. La había pensado mía. La soñaba mía y para vos.Era el regalo que yo quería hacerte.Salí de aquel lugar con una sensación extraña que me latía en el cuerpo. ¿Fuiste vos Dionisiano? (Te la llevaste para guardarla y tenerla ) , es eso. Seguí caminando. Iba con tristeza, pensando en que quizá ya no volvería a verla. Mi corona para el rey. La imaginaba en tu mano, mirándola embelezado. Entre mis pasos lentos y ese sentimiento de lejanía y desconcierto que me albergaba,había una ilusión ,que parecía hablarme al oido y decirme" No tengas miedo. Soy yo quien la tengo. La guardo para que un día juntos, podamos mirarla.

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